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CICLISMO

Sevilla y el Kelme apuntan a lo alto del `cajón´

Por Daniel AyllónTiempo de lectura2 min
Deportes15-09-2002

El Kelme-Costa Blanca está de enhorabuena. Al liderato de Óscar Sevilla en la clasificación se han unido estos días la victoria de etapa de Aitor González, que apunta a la general de la Vuelta, y especialmente la sensación de buen funcionamiento del equipo. Los abandonos de los sprinters Óscar Freire y Mario Cipollini y de un favorito, Paco Mancebo, concentran las miradas en el joven escalador.

La novena etapa, que cerró la primera semana de la Vuelta, repitió el segundo puesto de Luis Pérez (del Coast), después de un arriesgado descenso del Alto de San Jerónimo para llegar a la meta de Córdoba. El vencedor fue Pablo Lastras, del iBanesto.com, que supo dibujar mejor las curvas en la última bajada y consiguió su segundo triunfo en una grande, después de haberlo conseguido en el Giro. La clasificación general, no obstante, no sufrió cambios. Óscar Sevilla aventaja al kazajo Alexandre Vinokourov (de Telekom) por 14 segundos; tercero es su compañero Aitor González, a 41"; Roberto Heras (del US Postal), cuarto, a 48"; y Félix García Casas (del BigMat) quinto a 1´01". La carrera sumó un ritmo intenso y un viento peleón que dividió al grueso de ciclistas. De los grupos que se formaron, el segundo albergó al líder de iBanesto.com, Paco Mancebo. A pesar del trabajo de su equipo, el líder del equipo de Eusebio Unzué se vio inmerso en un fuerte bajón anímico, que frenó su potencial y lo obligó a bajarse de la bicicleta. El otro abandono sonado de la jornada fue el del campeón del mundo, Óscar Freire (del Mapei), que se resintió de sus problemas en la rodilla derecha. De la primera semana de la Vuelta destaca el espectáculo de la combinación de montaña, terreno quebrado propicio para las fugas y etapas llanas. En cuanto a las primeras, destacan las victorias de Guido Trentin (del Cofidis) en Sierra Nevada, y especialmente la exhibición de Roberto Heras en La Pandera, aunque el jersey oro recayó en Sevilla. Las volatas sólo tuvieron el color blanco y negro del Acqua&Sapone. Mario Cipollini, a sus 35 años, cosechó de un tirón sus primeras victorias en la Vuelta. Pero una vez conseguido su objetivo, las victorias en Murcia, Roquetas de Mar y Málaga, se retiró y volvió a Italia para preparar el Mundial.