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GRECIA

Tsipras dice 'sí' a la Unión Europea tras el 'no' del referéndum

Por Selene PisabarroTiempo de lectura2 min
Internacional13-07-2015

Hace apenas una semana, Grecia pretendía imponerse ante Europa a través de la opinión de sus ciudadanos. Un referéndum era la clave para decidir el domingo 5 de julio si los griegos querían aceptar –y someterse- a las exigencias de la Unión Europea o si imponerse con las consecuencias. La segunda opción ganó por mayoría y parecía que comenzaba un largo pulso entre el Gobierno de Alexis Tsipras y la troika.

Tsipras lleva en el poder desde las elecciones del pasado 25 de enero, cuando su partido de izquierda radical, Syriza, se alzó con la victoria. Desde entonces, tal y como llevaban en su programa electoral, tanto Tsipras como su mano derecha, el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, se impondrían a las condiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE). Un paisaje que pintaba idílico: por fin los griegos dejarían de vivir ahogados por los recortes y por la falta de capital en los bancos.

Sin embargo, tras el referéndum, poco ha cambiado. No sólo ha abandonado el barco Varoufakis, sino que también Tsipras ha aceptado someterse a las condiciones del Eurogrupo –aunque con excepciones-. El “no” ha perdido fuerza y se ha transformado en la negociación de la reestructuración de la deuda en un plazo de tres años y más capital para el Gobierno y las entidades financieras griegas.

Siete días ha dado el Eurogrupo a Tsipras y Tsakalotos para negociar. El plazo terminaba este domingo, cuando se podría producir una hecatombe con la salida de Grecia del euro. Sin embargo, no todos lo han dado por perdido: muchos países abogan por que permanezca dentro de la organización.

La propuesta del primer ministro es ahora más dura que la que presentó el 26 de junio al Eurogrupo. Se votó en el Parlamento griego y obtuvo 251 votos a favor, frente a los 32 en contra. De esta forma, Grecia cuenta con una nueva baza para llegar a lograr un tercer rescate por valor de 72.000 millones de euros. Por ejemplo, en materia de jubilación habrá menos ayudas, ya que pretende eliminar el bonus para los jubilados más pobres antes de que termine 2019 o aumentar las cotizaciones sanitarias del 4% al 6%.

En materia fiscal, en un principio proponía crear un impuesto de sociedades a aquellas empresas que ganasen más de 500.000 euros al año, pero ahora lo ha eliminado de la lista y ha añadido que se elimine el trato fiscal especial a la industria del transporte marítimo y también que se reduzca el gasto militar a 100 millones de euros. También respecto al IVA, se suprimirá el 30% de descuento para los habitantes de las islas y su reforma equivaldrá a unos ingresos del 1% del PIB. Ahora también quiere privatizar el servicio eléctrico y el sistema de aeropuertos nacionales. El IVA general será de un 23%, el reducido del 13% y el superreducido del 6%.

Esta vez Tsipras llegó a Bruselas dispuesto a negociar –al contrario que en otras ocasiones- y reconociendo que ha tomado decisiones erróneas. Esto ha supuesto que, finalmente, se haya sometido a las condiciones, aún más duras para aceptar el tercer rescate que muchos griegos rechazaron en el referéndum. Con el aval del Parlamento griego para acometer unas reformas, cuanto menos, duras, el Gobierno trata de tomar el último respiro antes de enfrentarse al Parlamento, que debe aprobar el paquete de reformas.