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Selección Española

España cumple el trámite ante Costa Rica

Por Leonardo CaruanaTiempo de lectura2 min
Deportes12-06-2015

El encuentro amistoso contra Costa Rica generó más dudas que respuestas pero la Selección remontó y cumplió el trámite con la resaca de la temporada en el recuerdo. El corto 2–1 final es resultado de un partido poco brillante, poco vistoso. Nada que ver con la espectacular Roja de tiempos pasados. Pero es una victoria importante para dar confianza de cara al partido contra Bielorrusia en Minsk. Porque esa es otra liga.

La Nueva España estaba repleta de caras desconocidas. Con de Gea bajo palos –el eterno dilema con Iker– y Nolito y Alcácer en punta, el centro del campo se armaba con San José, Koke y Cesc. Fiel a su gusto por las posesiones largas, al toque y la pizarra, la Roja jugaba a cansar a Costa Rica, mucho más vertical y armada a la contra. Desde luego había más de un interino en el campo. Del Bosque quiso experimentar con jugadores nuevos, piezas diferentes a las que jugarán en Bielorrusia. Eso explica la calidad del banquillo español: Casillas, Piqué –que salió para que le pitaran–, Busquets, Cazorla, Isco, Silva, Juanfran y Jordi Alba. Casi nada.

El primero en golpear fue el equipo de Paulo Wanchope, que pilló desprevenida a la zaga española. Campbell, el ex del Villarreal llegó tranquilo, casi solo para hacer filigranas en el área y mandar un balón medido, raso y fácil a Venegas. Era el minuto 5’ y España sesteaba. El delantero costarricense fusiló a de Gea, que poco pudo hacer para atajar el único disparo entre los palos del equipo visitante. Sí, disparo imparable, pero si hubiese sido Casillas el encajador del disparo… Polémica servida.

España reaccionó rápido y a los dos minutos llegó la réplica de Alcácer, tras un excelente desmarque y mejor definición que dejó sentado a Keylor, sin duda el mejor de su equipo. Fue un toque sutil típico del delantero valencianista, que dio tiempo al movimiento del arquero para sentenciar el tiro. Hubo que esperar al minuto treinta para el segundo gol, de Cesc Fábregas, el hombre de la máscara y de la pillería. Sea por su experiencia de ‘falso nueve’ en la Selección o por su nueva andadura en el Chelsea, el catalán estaba en el sitio preciso en el momento adecuado al más puro estilo caza-goles. De su tanto el electrónico no se movió, aunque en la segunda parte hubo grandes ocasiones y buen fútbol.

España sigue apegada a cuidar la posesión, pero los jugadores son otros. Sin Xavi ni Xabi, grandes históricos, queda Cesc –con permiso del lesionado Iniesta– como último mohicano de aquel centro del campo que fue pero no es. La entrada de Silva y Cazorla en el 59’ dio oxígeno y rapidez a la circulación de balón, pero con otro estilo más directo, más llegador. Keylor Navas se lució ante los tiros de Ramos y Cazorla para dejar el marcador como estaba. No llegó el gol sentenciador, pero poco importa. Lo fundamental es la Eurocopa, los tres puntos en la clasificación y el partido en el Borisov de Minsk.