ACOSO ESCOLAR
Una menor se suicida y otra se cambia de centro, tras sufrir acoso escolar
Una niña de raza asiática, junto a otros alumnos de su clase (©foto: Naciones Unidas)
Por Jesús Espinosa2 min
Sociedad07-06-2015
El acoso escolar sigue siendo un problema real para los alumnos y las alumnas de los colegios de España. Tras el suicidio de una menor víctima de acoso escolar, una alumna de un centro de Tenerife ha tenido que cambiarse de escuela tras ser víctima de bullying y recibir palizas por parte de sus excompañeros de clase. Muchos estudiantes se ven obligados a cambiarse de centro porque sufren acoso escolar directo, indirecto, verbal, social o cibernético.
Son muchos los casos de acoso escolar que se están conociendo en los últimos años o incluso meses en España. El último narra una denuncia fechada el pasado 14 de mayo que hacía referencia a una agresión en un colegio de Tenerife. Una niña de unos 14 años recibió una paliza en manos de sus excompañeros del colegio. La menor fue atendida en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, que puso en conocimiento del juzgado de guardia los datos que la menor les facilitó.
La madre de la víctima denunció que su hija fue primero amenazada por Whatsapp, después de comer y cuando se encontraba jugando con una amiga recibió otra llamada de sus compañeras amenazándola. Posteriormente, fueron las propias amigas las que se personaron en el lugar donde estaba ella para atizarle una brutal paliza. Fueron once contra una, y todas entre la edad 13 y 15 años. Lo peor es la actitud del resto. Al parecer, y según narra la víctima, mientras recibía los golpes el resto de chicos y chicas allí presentes jaleaban los hechos y sólo una que veía los acontecimientos desde lejos intentó frenar el abuso.
Otro duro episodio de acoso escolar tuvo lugar el mes de mayo en Madrid. Una chica de 16 años se suicido en la capital española despidiéndose primero de sus amigas por WhatsApp. Se tiró al vacío desde la sexta planta de su bloque de pisos. Estudiaba en un instituto del sur de Madrid, en el que había padecido acoso escolar, según denunció su familia hace ya varios meses. “Estoy cansada de vivir”, eso es lo que escribió la joven a sus amigas antes de quitarse la vida. Hacía unos meses, la familia de la menor ya presentó una denuncia para que estos hechos se pusieran en conocimiento policía.
La víctima sufría una discapacidad motora e intelectual “de entre el 30% y el 40%” lo que le hacía comportarse “como una niña de 10 años”, según relataban sus familias. Repitió curso y el año del suicidio asistía a segundo de la ESO. En el instituto, tras los ocurrido, varios menores tuvieron que ser atendidos por los médicos por “ataques de ansiedad” tras conocer lo que le había pasado a la muchacha.
Por último, una tónica común en estos dos casos son las denuncias que las víctimas habían presentado por acoso escolar. En el caso de la segundo, fue una denuncia previa que finalmente acabó en nada. Las autoridades policiales guardan silencio cuando se produce un caso de acoso escolar en el que antes había denuncia previa. Además, los centros escolares también se caracterizan por la falta de respuestas a un problema que se antoja cada más importante en el ámbito educativo de que se suceden cada vez más noticias trágicas.