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Elecciones en Reino Unido

Lluvia de dimisiones en la oposición británica por los malos resultados electorales

Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura2 min
Internacional09-05-2015

Estas últimas elecciones en Reino Unido han sido una auténtica sorpresa. Las encuestas les daban a los conservadores y a los laboristas un empate técnico a un día de las votaciones. Sin embargo, las urnas se abrieron y el mensaje que lanzaron fue muy diferente: Cameron consigue la mayoría absoluta y el resto de partidos sufren una debacle electoral. Esto ha provocado dimisiones, porque en ese país se asumen responsabilidades políticas.

El descalabro electoral de los rivales de David Cameron ha llevado a todos los líderes de la oposición a dimitir. Unos resultados muy alejados de las expectativas reales ha sido lo que ha llevado a que los principales cabeza de lista del resto de partidos británicos cayeran.

Uno de los primeros en anunciarlo fue el líder de los liberaldemócratas británicos Nick Clegg. Un partido que gobernaba en coalición con los conservadores de Cameron pero que no han rentabilizado su presencia en el gobierno en las urnas. El líder liberal calificó el resultado como el “más brutal y duro” del que podían temer. Cabe recordar que ha sido un palo importante ya que han perdido los 57 escaños que tenían en la cámara de los comunes y se han quedado con menos de 10.

Clegg, aun así, se mostró al anunciar su dimisión convencido de que “los libros de historia juzgarán positivamente” la presencia de su partido en el Gobierno y la gestión que éste hizo de la mano de los conservadores, aunque también reconoció ha sufrido “pérdidas catastróficas” en esa presencia en el Gobierno.

El segundo candidato en anunciar su dimisión será el líder laborista Ed Miliband. Lo había anunciado esa misma mañana en exclusiva la cadena BBC y horas después el propio candidato lo anunciaría. “Reino Unido necesita un Partido Laborista fuerte”, defendía Miliband. También ha admitido que su partido tiene una gran responsabilidad por delante y agradeció que todos los miembros de su partido hicieran un trabajo “extraordinario” durante toda la campaña electoral.

Esta dimisión, la de Miliband, aboca a los laboristas al tercer proceso sucesorio en menos de una década, después de que Tony Blair hubiese entregado el timón en 2007 a Gordon Brown y la salida de este hace cinco años, cuando la formación registró su segundo peor resultado electoral en ocho décadas, situase al ayer aspirante al frente para los años en la oposición.

Y por último, también se marchó el líder del eurófobo UKIP, Nigel Farage, después de fracasar en su intento de obtener un escaño en el Parlamento. Sin embargo, no ha cerrado la puerta a concurrir de nuevo cuando la formación decida la sucesión el próximo septiembre.

Cumpliendo con su compromiso de la campaña de las generales, cuando aseguró que dimitiría si no conseguía entrar en Westminster, Farage avanzó que se "tomaría un descanso en verano, todo lo alejado de la política" que pudiese, si bien matizó que aprovecharía también para reflexionar sobre una potencial candidatura transcurridos los meses estivales.