MÚSICA EN LA RED

Napster, condenado a desaparecer definitivamente

Por Arantxa Orusco2 min

Comunicación08-09-2002

El servicio estadounidense de intercambio gratuito de música a través de Internet, cerrado desde julio el 2001, está a punto de liquidarse. Los derechos de autor y el presunto conflicto de intereses han provocado la desaparición de Napster.

Napster, el tan polémico servicio de distribución de música en la Red está a punto de desaparecer. Después de que el pasado 3 de septiembre un tribunal estadounidense impidiera su compra por el grupo alemán Bertelsmann, el servicio se encuentra destinado al cierre, según anunció su director general Konrad Hilbers. Por su parte, el juez Peter Walsh recalcó un posible conflicto de intereses en las negociaciones sobre la oferta, ya que Hilbers podría estar jugando a dos bandas; “tenía un pie en el campo de Napster y otro en el campo de Bertelsmann”, anunció Walsh. Napster se veía abocado a la ruina desde que un tribunal restringiera el servicio en julio del 2001 por violar los derechos de autor. El portal, creado por el joven Shaw Fanning, intentó a través de fallidos proyectos salir a flote en el mercado de Internet sin resultados exitosos. Una de las estrategias fue convertir a Napster en un servicio de pago. Los ejecutivos consideraron que una cuota destinada a los 2.000 usuarios que tenían entre los 5 y 10 dólares resultaría una forma eficaz y rentable del intercambio de música a la vez que legal. Este proyecto finalmente no pudo llevarse a cabo por una serie de impedimentos tecnológicos y trabas legales. Una de las últimas oportunidades que Napster tuvo para no terminar desapareciendo, fue la petición el 3 de junio de la protección de la ley de quiebras en Delaware, cumpliendo con una de las condiciones de un acuerdo anunciado a mediados de mayo entre la empresa y el grupo mediático Bertelsmann, para intentar relanzar un servicio de pago. Uno de los servicios más comentados, suscitados y polémicos en la Red y que grandes ilusiones y expectativas creó en su nacimiento, se despide hoy para siempre dejando en el que fue su portal la imagen de su símbolo, un gato, junto a su tumba y la frase Dead kitty(gatito muerto).