ACUERDO NUCLEAR

Irán es una amenaza internacional por su actividad nuclear

Por Selene Pisabarro3 min

Internacional04-04-2015

El acuerdo que acaba de firmar Irán supone varios puntos importantes en el ámbito internacional. Por una parte, limita el acceso y producción de uranio en el país persa, pero por otra parte, supone un punto de inflexión en un conflicto nuclear que dura más de doce años. Irán es, junto con Corea del Norte, una de las amenazas de la seguridad internacional debido a su alta producción de uranio capaz de alimentar una bomba atómica.

Irán puso en marcha su programa nuclear hace más de 50 años. En la década de 1950, el Shah Mohammad Reza Pahlevi decidió impulsar la actividad iraní junto con la ayuda de Estados Unidos. Sólo se interrumpió durante la revolución iraní de 1979, pero pronto se reanudó aunque sin el apoyo fundamental de Occidente. Desde el primer momento, las autoridades insistieron en que se trataba de investigar la capacidad nuclear con fines pacíficos, es decir, para generar energía nuclear. Su programa consta de una mina de uranio, una planta de enriquecimiento, un reactor nuclear y varios centros de investigación. Actualmente cuenta con 16 instalaciones nucleares.

Sin embargo, no opina lo mismo la comunidad internacional, en especial el OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica), que cree que lo único que busca el país es obtener armamento nuclear. Durante los últimos doce años ha surgido el conflicto nuclear iraní, incapaz de acercar posturas entre ambos bandos en una batalla por el poder. Así, se estima que el país persa cuenta con el suficiente material como para fabricar varias bombas atómicas, a pesar de que su economía se ha visto perjudicada seriamente con las sanciones que le ha impuesto Occidente.

Las negociaciones para establecer un acuerdo nuclear han durado 18 meses y las consecuencias hasta este momento han sido perjudiciales para los iraníes. La Unión Europea aplicó un embargo sobre Irán que, junto con las sanciones que EE. UU. había impuesto, provocó que las exportaciones de petróleo descendieran hasta los 700.000 barriles por día –por ejemplo, en 2011 la cifra era superior: hasta 2.2 millones por día-. La moneda iraní también se vio claramente perjudicada: en apenas unos meses perdió hasta el 40% de su valor, con lo que el precio de los alimentos se disparó y los suministros médicos que provenían de Occidente se redujeron notablemente.

De esta forma, la economía se debilitó hasta el punto de que las autoridades pedían alcanzar un acuerdo con las grandes potencias de Occidente, lideradas por EE. UU. En 2013, Hassam Rouhani llegó al poder del Gobierno y entre sus promesas electorales figuraba la de acercarse a la comunidad internacional. Ahora, con el documento en la mano, Rouhaní se reafirma en el poder mientras miles de ciudadanos se agolpan en las calles para celebrar el levantamiento de sanciones. Los más de 75 millones de iraníes ansiaban la llegada de este momento para salir poco a poco de la oscuridad económica en la que estaban sumidos.

Así, la comunidad internacional consigue acercarse más a Oriente Medio, un terreno convulso tras la revolución de la Primavera Árabe. Aun así, líderes como el israelí Benjamin Netanyahu advierten de que este acuerdo amenaza su seguridad ya que alentará al terrorismo aunque su homólogo, Barack Obama, ya le ha comunicado que estarán en contacto para “fortalecer la cooperación en seguridad con Israel y permanecer vigilantes para frenar las amenazas de Irán", según  la Casa Blanca. Este acuerdo supone un revés para el resto de países árabes que no quieren acercarse a la política de EE. UU. y ven cómo el país persa le está dando la mano a Occidente. Con este nuevo acuerdo, EE. UU, la Unión Europea y el OIEA conseguirá controlar la actividad nuclear de Irán que pone en jaque la seguridad internacional, a su vez que vigilar un frente durante los próximos 25 años.