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REFORMA DE LA SANIDAD

El Gobierno se contradice y rectifica en la cobertura médica para inmigrantes irregulares

Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura3 min
Sociedad01-04-2015

El Gobierno rectifica y, en una clara lectura electoralista, enmienda la reforma de Sanidad llevada a cabo por Ana Mato y le proporcionará a los inmigrantes en situación irregular el derecho a la atención primeria. Lo anunció el actual ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, alegando que su decisión atendía a “cuestiones de salud pública” y que se llevaba a cabo para “no saturar las urgencias”. El presidente del Gobierno también se ha sumado a esta rectificación y ha admitido que “es lo más sensato razonable”.

Serán alrededor de 870.000 inmigrantes sin papales los que se quedaron sin derecho a la sanidad en España, lo al servicio de urgencias, con la anterior reforma llevaba a cabo por el Ejecutivo de Mariano Rajoy y con Ana Mato como titular de la cartera de Sanidad. Por aquel entonces, en 2012, se usó como excusa el “garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud”. Unos argumentos que, tras la rectificación del Gobierno, parecen haber desaparecido.

Sin embargo, esta rectificación no está completa; puesto que la atención primaria en la sanidad pública española funciona mediante una cita en la que se facilita la fecha y la hora para que atienda el doctor. En este sentido, ya que a los inmigrantes irregulares no se les proporcionará la tarjeta sanitaria, éstos no tendrán referencia o identificación que son un detalle ineludible para poner conformar la agenda de los médicos.

Es más, será imposible el seguimiento de enfermedades crónicas o dolencias por parte de los profesionales sanitarios puesto que éstas suelen tener un médico asignado a su tarjeta. En ese sentido, la efectividad médica del servicio se ve restringida. O es más, podría darse el caso de que al acudir a la consulta la enfermedad del paciente sea un tanto más grave que necesite de un especialista. En ese caso, lo único que puede hacer el médico es diagnosticar, pero no proceder a la cura; puesto que los inmigrantes irregulares no tendrían cubierto ese derecho.

Cabe recordar más aun las pretensiones que tenía Ana Mato en 2012 para llevar a cabo la reforma. Unas pretensiones que ahora, sin embargo, el Gobierno parece haber olvidado. La ex ministra aspiraba a ahorrar unos 500 millones de euros. Y se basó, además, en que había que frenar el llamado “turismo sanitario”. A este respecto también anuncio la intención de revisar distintos convenios internacionales que, según afirmaba por aquel entonces, no se habían mostrado eficaces.

Crisis, crisis y más crisis. Esas eran las excusas de la reforma de Mato. Con ella, se pretendía recortar alrededor de 7.000 millones de euros en gasto sanitarios y, por otro lado, frenar la creación de una central de compras farmacéuticas, el traspaso de enfermos crónicos desde hospitales a residencias o ajustes en las prestaciones complementarias. Con esa reforma, las principales víctimas fueron los inmigrantes, que quedaron totalmente desprotegidos. Además, Mato anunció que no bastaba con estar empadronado para obtener la tarjeta sanitaria, sino que se exigiría la residencia fiscal. Todos unos argumentos que el actual Gobierno ha olvidado.

Un documento que se compromete a “restituir” la sanidad universal

Con respecto a esta rectificación del Gobierno en cuanto al derecho a la sanidad de los inmigrantes sin papeles se refiere, los principales partidos políticos, excepto el PP y Ciudadanos, han firmado una “Declaración Institucional por la Universalidad del Derecho a la Salud”, promovida por Médicos del Mundo, y a través de la cual los partidos que lo firmen se comprometen a incluir en sus programas electorales de 2015 y 2016 la necesidad de “restituir” la sanidad universal.

Por ahora, a esta iniciativa se han sumado el PSOE, Podemos, Izquierda Unida (IU), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) o UPyD, entre otros.

Para el líder del PSOE, Pedro Sánchez, “Rajoy ha demostrado que los derechos” a la sanidad, “no son irreversibles y que hay que luchar cada día por ellos”. Aunque también lamentó, en rueda de prensa y relacionado con este documento, que “se haya roto el consenso” adquirido por una sanidad universal que se construyó “hace más de 30 años”.

Ciudadanos no ha firmado este documento porque, como ya ha anunciado en numerosas ocasiones su presidente, Albert Ribera, ellos defienden que solo tengan derecho a la sanidad aquellos que tributen o, en el caso de los inmigrantes irregulares, que solo tengan cubierta determinadas enfermedades graves u otros aspectos como embarazos.