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Tragedia aérea

Más de 600 efectivos trabajan en las complejas labores de rescate

Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura3 min
Sociedad28-03-2015

Todas las alarmas saltaban a los medios de comunicación el mediodía del pasado 24 de marzo cuando se dio a conocer que un avión de la compañía Germanwings, la filial de bajo coste de Lufthansa, se había estrellado en los Alpes con 150 personas a bordo. En ese momento, las principales autoridades políticas francesas encabezadas por el presidente de la república, François Hollande, confirmaban que no había supervivientes. Los Reyes de España suspendieron su visita oficial al país galo, lugar en el que se encontraban cuando se produjo el accidente.

El Airbus 320 de Germanwings despegó del aeropuerto de El Prat a las 9.55 de la mañana y a las 10.47 se emitió una llamada de emergencia. En un primer momento, se informó de que el piloto del avión fue el que realizó el “mayday”, pero más tarde se supo que lo hizo la torre de control de Alta Provenza, pero no obtuvo ninguna respuesta. Esa misma torre de control perdió el contacto con la cabina del aparato sobre las 10.53, cuando el aparato volaba a una altura de 6.000 pies, que corresponde a unos 1.800 metros. Poco después, se produjo el impacto.

El aparato siniestrado pertenecía la compañía Germanwings, la filial de bajo coste de Lufthansa, y llevaba 144 pasajeros a bordo, más seis personas que conformaban la tripulación. Según las últimas informaciones, serían 50 las personas españolas que viajaban en el avión; de las cuales, 39 serían catalanas.

El siniestro fue confirmado en Fráncfort por las autoridades alemanas y por el propio presidente de la república francesa, François Hollande, que fue una de las primeras autoridades políticas en hacer declaraciones sobre la tragedia: "Las condiciones del accidente hacen pensar que no hay supervivientes", sentenció apenas unos minutos después de conocerse el terrible acontecimiento. También el primer ministro Valls detalló que un helicóptero se pudo posar en el lugar del suceso.

El resto de las reacciones políticas quedarían a cargo del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que detalló que las autoridades francesas, alemanas y españolas estaban trabajando de forma conjunta en la investigación de lo sucedido. También el presidente de la Generalitat, Artur Mas, junto con el líder del Ejecutivo español, viajaron al día siguiente al lugar de los Alpes en donde se están llevando a cabo las labores de rescate de los cuerpos.

El presidente del Consejo General de la región de los Alpes-Alta Provenza, Gilbert Sauvan, aseguró horas después que el avión había quedado "completamente destrozado" y que el resto más grande del aparato tenía el tamaño de "un coche". "El avión está completamente desintegrado", afirmó Sauvan en declaraciones al periódico 'Les Echos'. "Los restos más grandes son del tamaño de un coche", relató tras haber observado la zona en la que se estrelló la aeronave.

Las labores de rescate están siendo complicadas por la dificultad del terreno

Son más de 600 efectivos de los cuerpos seguridad franceses los que trabajan en las labores de rescate de los restos humanos del avión siniestrado. "Aunque la violencia del impacto deja pocas esperanzas" se hará "todo lo que se pueda para salvar a los que se puedan salvar", indicó en una breve conferencia de prensa tras haber sobrevolado en helicóptero el lugar de los hechos, el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve. Luego quedaría confirmado que no había supervivientes.

Por otro lado, más de 350 bomberos y 300 militares, además de 10 helicópteros y uno avión militar, están desplegados en la zona en la que ha caído la aeronave. Se trata de una zona de muy difícil acceso para los medios de rescate terrestres ya que hay una pendiente muy abrupta y es una zona peligrosa e inestable.

Sin embargo, estas labores de búsqueda ya han dado sus primeros frutos puesto que se han encontrado una de las dos cajas negras del avión. Precisamente, esa caja negra encontrada es la que ha desvelado las primeras informaciones sobre cómo el copiloto del avión habría estrellado deliberadamente el aparato; aunque, por ahora, no se descartan otras hipótesis puesto que aún falta por analizar la segunda caja negra en proceso de búsqueda.

Por el momento, mientras se identifican los restos, Alemania ha anunciado que celebrará el próximo 17 de abril el funeral por las víctimas en la catedral de Colonia un funeral por las víctimas. Además, el Gobierno español estudia la posibilidad de celebrar días después un funeral de Estado en Barcelona. Asimismo, y aunque en ningún caso sea consuelo para las familias, Lufthansa ha comunicado que pagará como ayuda inmediata 50.000 euros por cada pasajero a los familiares de las víctimas, aunque la indemnización estimada podría ser de alrededor de 300.000 por fallecido.