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Tragedia aérea

El fiscal confirma que existió "voluntad de destruir el avión"

Por Marisol Marchal ReyerosTiempo de lectura2 min
Sociedad26-03-2015

El copiloto pudo estrellar el avión voluntariamente. La grabación registrada en la caja negra revela que el copiloto del Airbus A320 cerró la cabina para impedir el acceso al comandante y accionó el botón que hace descender de altitud. Según datos de la investigación, no hay síntomas de que el accidente fuera un atentado terrorista. La compañía asegura que el copiloto, Andreas Lubitz, estaba capacitado para pilotar un avión.

Existía "voluntad de destruir el avión". Así lo ha declarado el fiscal de Marsella, Brice Robin, que investiga el caso. La información de la primera caja negra encontrada, que recoge los sonidos de la cabina de mandos y denominada Voice Recorder, da un giro a la investigación en curso sobre el accidente aéreo del Airbus A320 de la compañía Germanwings.

El equipo de investigación ha reconstruido los hechos a partir de la grabación de la caja negra. Según el fiscal Robin los primeros veinte minutos de vuelo fueron normales hasta que el comandante dio la orden al copiloto de tomar los mandos para ausentarse de la cabina unos minutos, probablemente para ir al servicio. Lo siguiente que se escuhar es el ruido del cierre de una puerta. Entonces fue cuando el copiloto, Andreas Lubitz, "aprovechó" para "manipular el botón de pérdida de altitud", según indica el fiscal de Marsella. En los siguientes diez minutos, despúes de cerrar la puerta, no se aprecia ningún ruido por parte del copiloto. Lo que si se puede escuchar en la grabación es al comandante identificarse y solicitar entrada en la cabina. El copiloto no respondió ni al piloto ni a los controladores que alertaban de la considerable pérdida de altura. El fiscal también ha declarado que la respiración del copiloto era en "apariencia normal". Este hecho apunta a que Lubitz estuvo vivo hasta el último momento.

Los pasajeros sí fueron conscientes de la situación, ya que en la grabación se escuchan los gritos de las víctimas durante los últimos minutos, y que murieron de forma "instantánea", afirma Robin. Hasta el momento el fiscal ha asegurado que "nada permite decir que se trata de un atentado". Una hipótesis avalada por el ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière, que señala que no hay "indicios de trasfondo terrorista", según publica El Mundo.

La segunda caja negra, que es la que contiene los datos referentes a la altitud, el rumbo y el funcionamiento de los motores, aún no ha sido hallada. El equipo de investigación espera encontrarla lo antes posible, ya que la puesta en común de las dos cajas negras ofrecerá una visión exacta de lo que sucedió antes de que el avión se estrellara en los Alpes franceses.