Proyecto "Encontrar a Cervantes"

Los científicos encuentran fragmentos óseos del literato

Por Selene Pisabarro3 min

Cultura17-03-2015

Lo que hasta ahora se intuía, se ha confirmado "con muchas coincidencias y pocas discrepancias". Los restos de Cervantes y de su esposa descansan desde hace cuatro siglos en la iglesia de las Trinitarias en Madrid. Así lo anunciaron los investigadores este martes en una rueda de prensa, en la que no ocultaron su felicidad ante los resultados de sus investigaciones. El proyecto "Encontrar a Cervantes" comenzó la primavera pasada, cuando se rastreó la iglesia con un georradar pero no existían pistas que lo confirmaran.

Miguel de Cervantes, escritor de la obra más célebre de la literatura española, Don Quijote de la Mancha, es también uno de los novelistas más apreciados a nivel mundial. Murió en 1616 pero pero sus restos descansaban en paradero desconocido, uno de los motivos por los que en 400 años no ha recibido el culto que merece. El hallazgo ha sido en la cripta conventual de las Trinitarias, uno de los lugares que los investigadores barajaban desde hacía algunos meses.

Han hecho falta semanas para determinar que los restos –una mandíbula y varios huesos de los brazos y la cadera- eran los de Cervantes, ya que debido al paso de casi cuatro siglos, se encontraban en un estado muy avanzado de deterioro. Junto con los huesos del escritor estaban los de su esposa, Catalina de Salazar. Para identificarlos han sido imprescindibles las referencias históricas y arqueológicas que había hasta ahora sobre la vida y las anomalías del escritor, como por ejemplo que le faltaba el brazo izquierdo, que perdió en la batalla de Lepanto.

El forense y director de la búsqueda, Francisco Etxebarría, anunció este martes que a pesar de que falte la prueba del ADN, "es posible considerar" que, parte de los restos óseos hallados sean parcialmente del novelista español. Etxebarría ha destacado que el equipo de la investigación ha llegado a tal conclusión debido a “toda la información generada en el caso del carácter histórico, arqueológico y antropológico”. El equipo del forense lo forman una treintena de investigadores procedentes de toda España.

Bien es cierto que los restos de Cervantes se enterraron en un lugar diferente a donde se han encontrado, pero no se han trasladado en ningún momento del convento, como intuían los expertos. Es decir, seguramente se movieron de sitio entre 1698 y 1730 debido a las reformas que se estaban realizando en la iglesia. El convento se comenzó a construir en 1673, pero los cuerpos fueron inhumados entre 1612 y 1630 en lo que era una iglesia primitiva. Por esta razón, junto a los cuerpos hay restos de prendas litúrgicas como una estola o una casulla, e incluso una moneda de 16 maravedíes que se corresponde con final del siglo XVII.

Asimismo, el cuerpo de Cervantes y el de su esposa no son los únicos que se han encontrado, ya que en la fosa había otros 16 más, entre los que se encuentran al menos 6 niños. Es un dato importante ya que este número coincide con el registro de exhumaciones de la iglesia primitiva.

La indagación comenzó hace ya un año, cuando el especialista Luis Avial empleó un georradar para explorar el suelo, los muros y la base de la cripta de la iglesia. El curso de la investigación arrojó nuevos datos con los trabajos documentales que empezó el genealogista Fernando de Prado y que más tarde continuó el historiador experto en el Madrid barroco y moderno, José Martín Perellón.

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha afirmado que “Cervantes es una persona que no se puede separar de la cultura española” y que con este descubrimiento se ha contribuido a “la historia de España”. Precisamente, ha señalado que este hallazgo potenciará aún más la potencia cultural de nuestro país debido a que se trata del escritor “más grande, más leído, traducido en todo el mundo" y eso provoca que se trate de un día importante para la historia.