TERRORISMO
Cerca de 20 detenidos en 2015 por pertenecer a la yihad
Por Selene Pisabarro3 min
España15-03-2015
El ministerio del Interior estrecha cada vez más el cerco a los miembros del Estado Islámico (EI), que representan una amenaza para España. La última muestra fue este viernes cuando la policía detuvo a seis hombres y dos mujeres -de los cuales siete ya están en prisión- por difundir propaganda islamista. Apenas unos días antes, también fueron detenido dos yihadistas que sí planeaban atentar.
Además, las Fuerzas de Seguridad evitaron que dos niñas fueran enviadas a territorio hostil para, seguramente, utilizarlas como esclavas sexuales. La célula operaba en Ávila, Gerona, Barcelona y Ciudad Real y estaba en contacto con uno de los campamentos del EI en el norte de Siria.
El incremento de las operaciones policiales no es ajeno al panorama actual, en especial porque España limita con Marruecos, uno de los pasos clave –junto con Turquía- de la comunicación entre el núcleo del yihadismo –Siria e Iraq- con Europa. Precisamente, uno de los temores de la policía es el regreso de los retornados, es decir, combatientes del EI a Occidente para perpetrar atentados en sus múltiples formas, aunque ahora la figura que predomina es la de los lobos solitarios, que son los retornados que actúan individualmente.
Desde el atentado del 11-M en España, el Gobierno ha implementado más medidas de seguridad. Existe una coordinación a nivel internacional (la Europol y la Interpol comparten la información sobre combatientes extranjeros) y nacional (se ha creado el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado).
En apenas tres meses, la policía ha llevado a cabo siete redadas que se saldaron con 21 detenidos: tres en España y otras cuatro en el extranjero ya que estaban vinculadas con residentes extranjeros. Aunque estos últimos detenidos no preparaban ningún atentado, sí se encargaban de la captación y proselitismo así como del terror informativo, es decir, la difusión de vídeos violentos en los que se presenta a las víctimas de los criminales como si fueran enemigos y éstos, los héroes.
El arrastre de la yihad es cada vez mayor gracias a Internet, prueba de ello es que Interior ha desarticulado diez células en los últimos dos años, ha detenido a 36 personas en 2014 y a 20 en 2013. Casi 600 yihadistas han sido detenidos desde 2004, exactamente 592, aunque esto no quiere decir que todos tengan una condena firme y estén en prisión. En realidad, las condenas no llegan al centenar y también otras muchas han sido absueltas. Asimismo, 150 reclusos –procedentes de países musulmanes- están vigilados por el ministerio de Jorge Fernández Díaz para que no lleven a cabo ninguna actividad yihadista ni arrastren a otros presos a la radicalización.
Una de las pistas clave que utiliza la policía española es la Internet, ya que se trata de uno de los medios de propaganda de la yihad. A través de la Red, los fanáticos difunden su pensamiento y tratan de captar a nuevos miembros para su comunidad. Pero también es uno de los escenarios imprescindibles en los que el EI muestra su implacable fuerza y sangre fría al difundir los vídeos de sus macabros asesinatos o de los ejercicios militares que realizan.
Los mensajes que propagan son de entrenamiento terrorista o la necesidad del martirio y además tratan de captar a las mujeres, para que se dediquen a la “yihad sexual”, es decir, empleadas sexuales al servicio de los yihadistas. Uno de los foros de Internet que había intentado captar a las dos menores cuenta con más de 1.000 seguidores, entre los que estaban ellas. La policía desarticuló a la célula en Melilla y Barcelona el pasado 24 de febrero.
Reforma del Código Penal
El Gobierno será tajante con los casos de yihadismo. Así lo pretende el Ejecutivo de Mariano Rajoy, que aprobó en el Congreso la reforma del Código Penal en febrero, gracias a un pacto de Estado con el PSOE. De esta manera, el desplazamiento al extranjero para incorporarse a una organización terrorista o colaborar con ella será tipificado con delito de terrorismo. También regula la trata de mujeres con el fin de obligarlas a contraer matrimonio o su explotación sexual por parte de una organización terrorista o de sus colaboradores. Se trata de uno de los instrumentos de la ley para frenar el avance del yihadismo en España. Según Interior, siete de cada diez condenados por yihadismo en España entre 1996 y 2012 se han radicalizado total o parcialmente en este país.