Tribunales

La AN se niega a investigar las muertes de El Tarajal

Por Desiree Panadero3 min

Sociedad06-02-2015

La Audiencia Nacional dice ser incompetente para investigar los presuntos homicidios de El Tarajal. El juez ha rehusado así, en un auto fechado el pasado 29 de enero y siguiendo el criterio de la Fiscalía, la inhibición en favor de la Audiencia Nacional acordada por el juzgado de instrucción 6 de la ciudad de Ceuta. María del Carmen Serván, jueza de los Juzgados de Ceuta,  concluyó su falta de competencia para investigar la muerte de 15 personas en aguas fronterizas al entender que todo había ocurrido en Marruecos.

Sin embargo, la AN considera que no está probado que las muertes se produjesen en Marruecos, en España o en ambos países. El juez contradice la justificación con la que la magistrada de Ceuta trata de enviar el caso a la Audiencia Nacional. Según considera, la magistrada tiene competencia para continuar con la instrucción de la causa. La certeza es, según Andréu que la actuación de la Guardia Civil se produjo en y desde territorio español mientras que no está acreditado el lugar de las muertes. Según Andréu, los cuerpos se localizaron en aguas marroquíes y españolas, además, las corrientes marinas pudieron haber trasladado los cuerpos a uno u otro lado o haberse producido las muertes en ambos territorios. Bajo el criterio de la Audiencia Nacional, aunque se confirmase que las muertes se hubiesen producido en territorio marroquí, el caso tendría que permanecer en los juzgados ceutíes. La teoría jurídica de la ubicuidad que establece que el delito se consuma en todos los lugares en los que se ha llevado a cabo la acción o en el lugar en el que se haya producido el resultado es la base de la argumentación de la Audiencia. Además, la Audiencia Nacional explica que no se tiene constancia de la relación de los disparos de pelotas de goma y botes de humo con los fallecimientos de estos ciudadanos, según indica El Diario.es.

El juzgado de la ciudad autónoma envío esta causa a la AN argumentando para ello que en territorio marroquí se hallaron varios de los cadáveres de los inmigrantes, según un atestado de la benemérita. Hasta el momento del traslado del caso a la Audiencia Nacional el Juzgado de Ceuta investigaba presuntos delitos  de homicidio por imprudencia, denunciado por varias organizaciones no gubernamentales,  menos de las que empezaron en el proceso porque se les solicitaron fianzas por encima de los 2.000 euros de tasas judiciales. Entre ellas figuran CEAR y la Coordinadora de Barrios. La abogada de esta coordinadora Patricia Fernández  ha denunciado la existencia de trabas y dilaciones indebidas que dificultan el ejercicio de su labor.

Durante la instrucción en Ceuta, la policía judicial remitió un extenso documento en el que figuran desde las declaraciones de los agentes de servicio aquella mañana, incluidos los mandos, hasta el inventario de material antidisturbios que portaban o las cámaras de vídeo que tenían y las imágenes grabadas. El Ministerio del Interior publicó cintas en su web, asegurando que son todas las disponibles de aquella jornada.

Al juzgado no ha llegado la versión de los familiares de las víctimas ni de los supervivientes. Los primeros han afrontado problemas burocráticos para identificar los cuerpos que en la actualidad continúan sin solución, los segundos, ni siquiera han sido ni localizados. Ca-Minando Fronteras recorrió las morgues de Tánger para tratar de identificar a diez de los fallecidos junto a una doctora que analizó las lesiones que presentaban. Los informes forenses oficiales todavía no  han llegado al Juzgado, pues la comisión rogatoria interpuesta a Marruecos todavía no ha entregado los resultados.  Tras un año de instrucción, el Juzgado ha decidido inhibirse y delegar la causa a la Audiencia Nacional pues entiende tras la información facilitada por la Guardia Civil, que las muertes en todo caso se produjeron en Marruecos y por tanto, no es de su competencia. La Fiscalía de Ceuta se ha opuesto, impugnando este auto de inhibición.

Aquella madrugada del 6 de febrero de 2014,  dos centenares de personas intentaron llegar a Ceuta saltando el perímetro fronterizo, tras sortear a las fuerzas de Seguridad marroquíes, que intentaron frenar su avance. Al ver se rodeados, un grupo numeroso corrió hacia la playa y se tiró al mar justo junto al espigón que separa España de Marruecos y que durante gran parte del año, se puede rodear a pie, lo que se denomina El Tarajal. Entonces,  la Guardia Civil comenzó a lanzar pelotas de goma  y se sembró el caos. Quince personas fallecieron aplastadas o ahogadas junto al espigón. Muchos llevaban flotadores de fabricación casera, otros no. 23 consiguieron llegar a nado hasta la parte española y allí  fueron agrupados por los agentes que les estaban esperando y se los entregaron a Marruecos por una puerta de servicio de la valla.