Crimen organizado

La Policía desarticula una red de proxenetas en España

Por Marisol Marchal Reyeros2 min

Sociedad29-01-2015

Desarticulada una red de proxenetas. La Policía Nacional ha finalizado una operación que comenzó en 2012 cuando observaron un aumento de mujeres ejerciendo la prostitución en Puerto Banús (Marbella). La organización criminal formada por búlgaros, Albaneses y españoles se dedicaba a explotar sexualmente a mujeres búlgaras. Los clientes, la mayoría turistas, recibían el servicio en viviendas de la zona. A su vez, eran estafados por las mujeres que cobraban el servicio, ya que añadían cargos fraudulentos a sus cuentas bancarias.

Esta operación se ha llevado a cabo dentro de Plan Policial contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. La Policía Nacional inició la investigación en Puerto Banús en septiembre de 2012. La investigación ha terminado con 30 personas detenidas, 27 domicilios registrados, 30 gramos de cocaína intervenidos, 10 Terminales Punto de Venta (TPV), 62.096 euros en efectivo, 1.960 libras esterlinas, 152 dólares americanos y dinero de otras divisas.

Si el cliente se encontraba ebrio aprovechaban para cargar a su tarjeta altas cantidades de dinero a través de las TPV con las que cobraban los servicios. El fin último era obtener dinero así que si el hombre no tenía síntomas de intoxicación etílica le suministraban alguna sustancia.

Fuentes policiales han asegurado que desde septiembre de 2012, cuando comenzaron las sospechas y se puso en marcha la operación, cada día llegan al lujoso puerto furgonetas llenas de mujeres. Todas se bajaban del vehículo, menos la conductora, y durante toda la noche ejercían la prostitución hasta que eran recogidas en el mismo punto. Las furgonetas se dirigían a Torremolinos, donde residían las mujeres con sus “jefes”, que posiblemente eran las parejas de algunas de las chicas.

Durante la investigación la Policía recibió un aviso de una mujer búlgara que denunciaba ser víctima de esta red de proxenetas, que la obligaba a prostituirse y ejercían la violencia tras negarse a seguir prostituyéndose. En su declaración la mujer explicó que fue captada en su país por un hombre turco que la llevo a Alemania para ofrecer este tipo de servicios, posteriormente, llegaron a Torremolinos y fue vendida a un hombre de nacionalidad búlgara, miembro de la red que obligaba a las mujeres a prostituirse en Puerto Banús.

Paralelamente se investigó lo que escondían las terminales TPV con las que cobraban los servicios y estafaban a los clientes. La policía descubrió una red de empresas dirigidas por personas de nacionalidad española a través de las cuales se blanqueaba el dinero procedente de actividades ilegales.