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GRECIA

El PP y Podemos ponen su mirada en Grecia

Por Jesús Espinosa Tiempo de lectura5 min
Internacional25-01-2015

Las elecciones en Grecia se miran con recelo desde España. Parece que el partido del Gobierno, el PP, tiene muy claro cuál es su espejo griego: Nueva Democracia, el partido de Samaras; fiel a las reformas y a la austeridad impuesta por Merkel. Por otro lado, Podemos, cuyas encuestas en España le sitúan entre las tres fuerzas más votadas del país, también ha movido ficha y se ha mostrado favorable a Syriza, el partido liderado por Alexis Tsipras y vencedor de las elecciones.

Los españoles tienen puestas sus miradas en Grecia porque el resultado de estas elecciones puede ser un reflejo de los próximos comicios españoles o incluso repercutir en los mismos. Por este motivo, tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como el líder de Podemos, Pablo Iglesias, acudieron al país heleno para apoyar a sus líderes afines. En esta ocasión, el vencedor es Pablo Iglesias y el líder de su partido afín, Tsipras, tendrá que demostrar que sus medidas tienen éxito en Grecia, un país con muchas dificultades económicas. A pesar de que, en algún momento, se comparó la economía de España con la de Grecia, la situación de ambos países es diferente. 

España, uno de los grandes países de la UE; Grecia, de los medianos. Las diferencias entre Grecia y España empiezan desde las propias dimensiones de cada estado. El país heleno tiene una población registrada de 10,9 millones de habitantes (según Eurostat), lo que le sitúa en el grupo de los medianos. En el caso español, sin embargo, la población censada actualmente supera los 46,5 millones de habitantes, lo que supone que sea el quinto país más poblado de la UE y el cuarto de la zona euro.

Y hasta ahí las semejanzas, porque en lo que se refiere a la economía, son muy distintos. En España el endeudamiento público al inicio de la crisis era el más bajo entre las principales economías de la zona euro (en el entorno del 40% del PIB). Pero, desde entonces ha crecido de forma imparable hasta rozar el 100% del PIB debido a seis años de déficits públicos ocasionados por el aumento de gastos como el paro y los intereses de la deuda, los rescates a la banca y la caída de la recaudación.

Por su parte, Grecia ya comenzó la crisis financiera internacional como un Estado sobreendeudado, y los desequilibrios ocasionados durante la crisis del euro elevaron los niveles por encima del 170% del PIB. Estos porcentajes, muy por encima de lo que los economistas consideran máximos a partir de los cuales se compromete el crecimiento económico, han conllevado la emergencia de un debate en Atenas sobre la conveniencia o no de reestructurar la deuda soberana griega.

En cuanto a los rescates financieros, tanto Grecia como España, afectadas por la crisis del euro, se han visto forzadas a solicitar sendos rescates a las instituciones europeas. Sin embargo, pese a que en ambos casos se requirió del auxilio financiero de los socios comunitarios, las diferencias son sustanciales. En el caso griego, el rescate fue al Estado griego en su conjunto, lo que supuso una mayor condicionalidad por parte de la Troika y una intervención directa de las autoridades europeas en las decisiones de los respectivos gobiernos desde 2010. En el caso de España, el rescate se circunscribió al sector financiero. Esto trajo consigo también una severa condicionalidad macroeconómica (recortes de gasto, reducción del déficit, reformas laborales...), si bien con una presencia menor de los hombres de negro y un relativo mayor campo de acción para el Gobierno.

Mayores tijeretazos en Grecia  

Tanto en España como en Grecia se han impuesto ajustes presupuestarios y recortes de gasto público con la intención de reducir el déficit y garantizar el cobro de la deuda por parte de los acreedores. El alcance de los mismos, sin embargo, es considerablemente mayor en el caso griego. Como muestra un ejemplo en el gasto sanitario: entre 2009 y 2012 el coste sanitario anual por persona en Grecia ha pasado de los 2.104 euros hasta los 1.611 euros (un desplome del 23%). En este mismo periodo, en España ha pasado de los 2.172 euros hasta los 2.043 euros (una caída del 6%). Es decir, que el tijeretazo en Grecia ha sido hasta cuatro veces mayor que en España.

El PIB griego, desplomado casi una cuarta parte

Ése es el desplome registrado en el PIB griego desde el inicio de la crisis. Sólo en los años 2011 y 2012, la economía de Grecia registró sendas caídas del -8,9% y del -6,6%. Un descenso que se ha visualizado en un incremento sin precedentes del desempleo, en una fuga de capitales y en una fuerte conflictividad en las calles del país. También se han registrado descensos en el producto interior bruto en España, si bien con un alcance incomparable ya que la caída acumulada desde 2010 no supera el 4% en total. Sin embargo, tras seis años consecutivos en recesión, Grecia registró sus primeras tasas de crecimiento a mediados de 2014.

Los dos líderes del paro en la UE 

El desempleo y los recortes han supuesto un incremento de la desigualdad y el riesgo de pobreza en ambos países. Sin embargo, las cifras muestran que la situación en Grecia es considerablemente más desfavorable. Mientras en España la tasa de población en riesgo de exclusión supera el 27%, en Grecia se sitúa por encima del 35,7%. Más de un tercio de su población al borde de la pobreza, tal como indican las estadísticas de Eurostat. asimismo, España cree más en el I+D+i y lo considera una de las vías clave para asegurar un crecimiento económico a futuro es la inversión, el desarrollo y la innovación (I+D+i). A pesar de que de acuerdo a las cifras de Eurostat, España, con un gasto anual equivalente al 1,24% del PIB, se mantiene lejos de la media europea (2,02%), perosupera en más de 45 puntos porcentuales a Grecia, que apenas destina un 0,78% de su PIB en I+D+i.

Protestas, manifestaciones y alternativas políticas

Los recortes y la imposición de políticas de ajuste impopulares llevaron a que millones de ciudadanos griegos y españoles salieran a la calle a protestar. En España, las manifestaciones dieron como resultado movimientos ciudadanos contra el sistema como el 15-M y las llamadas mareas, que han acabado germinando en una formación como Podemos, que podría obtener muchos escaños las próximas elecciones, según los últimos sondeos. En Grecia, por su parte, la crisis económica ha causado una crisis política en la que la atomización y la polarización de las fuerzas marcan la situación: el espectro político se ha ensanchado en el país heleno, con la emergencia de formaciones de extrema izquierda e incluso con el auge de partidos como Amanecer Dorado, de ideología ultraderechista y xenófoba. Pero la situación política griega está especialmente condicionada por Syriza. La coalición liderada por Alexis Tsipras ha obtenido el mayor número de escaños, lo que podría ser un anticipo de lo que podría ocurrir en España.