Estado Islámico

Los enfrentamientos en Kobani dejan al menos 662 muertos

Por Marina Cortazar2 min

Internacional16-10-2014

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha informado este jueves que la cifra de muertos en Kobani es de 662 personas. Según ha precisado, 20 de ellos eran civiles, y entre ellos, 17 fueron ejecutados por milicianos del Estado Islámico. Al parecer, dos eran adolescentes y cuatro fueron decapitados. Los otros tres civiles murieron en los bombardeos del grupo yihadista en Kobani.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos ha declarado que no descarta que el número de muertos pueda ser mayor, tal y como informó el organismo desde su sede en Londres, “el número real de muertes es el doble”, y prosiguió explicando la imposibilidad de saber cuántos muertos exactos hay, “debido al extremo secretismo sobre las bajas de ambos bandos, además de las dificultades de acceso a muchas áreas y localidades que han sido escenario de enfrentamientos y bombardeos de ambas partes.” En el bando de los kurdos, al menos murieron 268 personas. Según los datos, la mayoría pertenecía a las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, aunque también murió un voluntario kurdo y nueve rebeldes de otras facciones sirias en combates, atentados y ataques de los extremistas. A estas víctimas, se suman por lo menos 374 militantes del Estado Islámico, muertos tanto por los bombardeos de la coalición internacional, como por emboscadas y enfrentamientos contra sus adversarios kurdos. Después de un mes de continuos ataques, en el que más de 180.000 civiles han huido a Turquía para buscar un lugar seguro, los milicianos kurdos habrían logrado alejar a los yihadistas del centro urbano. Los kurdos han sido ayudados por los bombardeos de la alianza desde el comienzo del cerco del Estado Islámico. Según han revelado fuentes paramilitares kurdas a la cadena británica BBC, la presencia del Estado Islámico se habría visto reducida a “dos posiciones al este” de Kobani. El portavoz del pentágono, John Kirby, informó desde Estados Unidos de cincuenta ataques contra las distintas posiciones del Estado Islámico en las últimas 48 horas en la ciudad de Kobani, matando así a “cientos de yihadistas”. John Kirby expresó que “cuanto más desean una cosa, más recursos emplean y por tanto más objetivos que atacar tenemos”, evitando dar sensación de victoria. Advirtió, además, que la situación en el terreno puede cambiar. Cuando las cámaras de la prensa mundial, situadas en el lado turco de la frontera, vieron dos banderas negras en plena frontera con Turquía colocadas por los islamistas, la reacción de la coalición no tardó en llegar. Washington comenzó con sus bombardeos después de escuchar las peticiones de ayuda por parte de las Naciones Unidas, así como por parte de los kurdos. El enviado especial del organismo internacional a Siria, Staffan de Mistura, para “evitar una matanza”, pidió a Ankara la apertura de un corredor para “la entrada de voluntarios y de sus equipamientos a la ciudad para que contribuyan a la operación de defensa propia”. Además, Staffan de Mistura, recordó lo sucedido en Srebrenica y advirtió de que “si no actuamos ahora, todos incluyendo Turquía, lamentaremos mucho haber perdido la oportunidad de detener al Estado Islámico y enviar una señal de que esto no puede continuar”. Por su parte, Turquía se ha negado desde el comienzo a prestar cualquier tipo de ayuda a los milicianos kurdos, ya que, según declara el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, “el PPK es tan terrorista como el Estado Islámico”.