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Salud

La OCU suspende a los kebabs

Por Mara PortelaTiempo de lectura2 min
Sociedad07-10-2014

El kebab está de moda como opción de comida rápida, en poco tiempo se ha consolidado y cada día abundan más los establecimientos que ofrecen esta comida de origen turco a precios más que atractivos, es por ello que la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha decidido realizar un estudio para darnos a conocer que estamos consumiendo exactamente cuando comemos un kebab, la conclusión de dicho análisis es que el kebab tiene “poco de folklore turco y mucho de preparado industrial con almidón, conservantes y carnes sorpresa de animales diferentes al prometido” según fuentes de la organización.

“Una bomba calórica envuelta en pan de pita y lista para tu estómago” así define la organización a esta vianda turca tras analizar una muestra de 25 kebabs completos de ternera (con salsa y queso) adquiridos en 25 establecimientos diferentes de Madrid, los resultados son malos explica la OCU: “carne de pobre calidad, una bomba nutricional y sorpresas en prácticamente todas las muestras”. La OCU explica que de las 25 muestras analizadas solo en una se encontraron con que el 100% de la carne era de ternera, como prometía el plato. En 20 de los supuestos kebabs de ternera el plato contenía carne de pollo, en seis de ellos más del 60% era de pollo, en otras once entre el 40 y el 60% y tan solo en tres de las muestras la cantidad de carne de pollo era prácticamente indiferente, menos del 1%, cosa que atribuyeron a la contaminación cruzada (la preparación de diferentes kebabs en la misma superficie y a menudo con los mismos cuchillos). Por otra parte en siete de las muestras estaba presente carne de caballo y en trece la de pavo, aunque en muy pequeñas cantidades. "Si en una carta se lee kebab de ternera cuando en realidad la mitad es de pollo, eso podría ser publicidad engañosa. Por eso, vamos a enviar esta información a las autoridades de Consumo de la Comunidad de Madrid para que lo consideren", explica Ileana Izverniceanu, portavoz de la organización. “En todo caso, creemos que el Gobierno español debería promover una norma para que los consumidores sepan si lo que comen es realmente lo que han pedido, sobre todo en estos productos procesados. Hay cadenas de comida rápida que ya lo hacen, pero de momento es algo voluntario”. Asimismo la OCU analizó la calidad de la carne, fuera o no fuera la prometida en el plato, y en líneas generales se merece un “aprobado raspado”. Nueve de las muestras analizadas contenían más tendones y fibras de las deseables, asimismo destacan que se encontraron con mucho calcio en las muestras, lo que demuestra que una vez aprovechada la carne se rebaña el hueso hasta el límite de que parte del mismo termina dentro del kebab. Por otra parte la organización destaca la enorme falta de higiene que encontró en los establecimientos, pues tras el análisis de las muestras concluyeron que once de las veinticinco contenían cantidades elevadas de enterobacterias coliformes, que es síntoma de contaminación fecal. Entre las causas probables de esta contaminación destacaron el lavar mal los vegetales o la poca higiene personal de los empleados a lo hora de cocinar, lavarse poco las manos. Además la OCU destaca en su informe que encontró demasiados mohos y levaduras en trece de los kebabs. Destacar por último que además de todo lo mencionado la organización explica que el índice calórico de los kebabs es excesivamente alto, y que está por encima de otras opciones de comida rápida como el McDonalds o el Burguer King.