LEY DEL ABORTO
España es el tercer país de la UE con mayor número de abortos
Por Selene Pisabarro3 min
Sociedad21-09-2014
Aunque la cifra de abortos durante 2013 aún se ignora hasta finales de este año, sí se conocen los datos de los tres últimos años desde que se puso en marcha la ley impulsada por la exministra Bibiana Aído. Durante 2010 –en julio de ese año entró en vigor la ley del Gobierno de Zapatero- hubo 113.031 mientras que en 2011 se realizaron 118.359, según el ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad. En cambio, en 2012, el número descendió en 6.000, y llegó a 112.390 mujeres. España es actualmente el tercer país de la Unión Europea en cuanto a número de abortos realizados.
Desde que se legalizó el aborto en 1985, se han producido más de 1,8 millones de abortos, una cifra que seguramente a finales de este año se superará y llegará a los dos millones. Desde entonces, la cifra se ha incrementado cada año hasta alcanzar el 150 por ciento y actualmente es España, junto con Portugal, el país en el que más ha crecido al mismo tiempo que en el resto de países de la Unión Europea los números descienden. España ha superado a Alemania, Italia y Rumanía y es el tercer país en el que más abortos se producen, sólo superado por Francia -209.300- y Reino Unido -197.569-. Se calcula que uno de cada tres abortos ha sido precedido de otros y alrededor del 20 por ciento de los embarazos en 2012 terminó con una interrupción del embarazo –en 2012 hubo 566.027 embarazos-. En nuestro país, el gasto que conlleva para las arcas públicas se eleva hasta los 20 millones de euros al año y solo en Madrid, donde se practicaron 20.134 en 2012, la cantidad llegó a los 3’9 millones de euros. Además, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se manifestó el pasado junio a favor de las mujeres embarazadas mediante una sentencia en la que reconocía el derecho a cobrar prestaciones públicas si dejaba de trabajar o de buscar trabajo poco antes del parto. De esta manera, la afectada no perdería su condición de trabajadora durante todo ese tiempo. Fue el caso de una trabajadora francesa en el Reino Unido que daba clases particulares y tuvo que dejar su puesto de trabajo por su avanzado estado de gestación. A pesar de todo, España tiene uno de los índices más bajos de ayudas para el embarazo desde que se eliminó el famoso “cheque-bebé” que dotaba de 2.500 euros por cada hijo a las familias. La Seguridad Social, en función de las condiciones de cada familia proporciona diferentes ayudas económicas. Si una mujer da a luz a gemelos o trillizos, si es una familia monoparental, numerosa, si la mujer tiene una discapacidad de más del 65 por ciento o si es autónoma. También la Agencia Tributaria otorga ayudas a las familias que acaban de tener un hijo ya que le pueden deducir hasta 1.200 euros del IRPF por cada niño menos de 3 años. Luego, cada Comunidad Autónoma tiene una serie de prestaciones dependiendo de cada ley del territorio. También España se diferencia de los demás países en los plazos para abortar. Mientras que actualmente son 14 semanas, en Portugal y Grecia es parecido –hasta las diez y 12 semanas respectivamente. En Noruega –al igual que en Francia- el contexto es similar pero a partir de las 12 semanas, la mujer necesita realizar una solicitud para que luego una junta médica tome una decisión y a partir de las 18 semanas solo podrá hacerlo si existe una razón grave. Bélgica, por ejemplo, tiene un sistema mixto: la embarazada puede abortar dentro de un plazo de doce semanas siempre que hayan pasado seis días desde la primera consulta y a partir de ese plazo solo podrá si así lo consideran dos facultativos médicos. Alemania y Austria tienen el mismo plazo que Bélgica pero además la mujer tendrá un asesoramiento al menos tres días antes de la intervención. Polonia, sin embargo, no cuenta con una serie de plazos legales para que se practique al menos que se diagnostique una enfermedad al feto dentro de las doce primeras semanas. Incluye entre sus supuestos el incesto. En un extremo, en Reino unido existe un tiempo de 24 semanas para poder abortar mientras que en el otro extremo están Malta, Andorra y El Vaticano que no contemplan ninguna excepción para abortar, lo que les vuelve los países más restrictivos.