Caso Madrid Arena

La investigación cierra con 16 acusados

Por Adriana Robledo2 min

Sociedad01-09-2014

Fiesta, alcohol, macro botellón, diversión, ventas de entradas, Halloween…Todas estas palabras recuerdan a una de las peores noches que ha vivido la capital española. La noche de Halloween del 2012 miles de jóvenes acudían al recinto Madrid Arena con los disfraces que llevaban preparando días antes. La sorpresa llegó cuando el número de aforo y el de entradas vendidas no concordaba y se producían en el interior de la fiesta avalanchas que terminaron con la vida de cinco chicas: María Teresa Alonso, Rocío Oña, Cristina Arce, Katia Esteban y Belén Langdon.

Tras dos años de investigaciones, el juez Eduardo López Palop, ha concluido la investigación con un total de 16 acusados, entre los que se encuentran el organizador de la fiesta de Halloween, Miguel Ángel Flores, y el jefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo. El auto, con fecha del 29 de agosto, se ha notificado este lunes a las partes, que tienen un mes para la presentación de recursos y escritos de acusación para cuando se produzca la vista oral. El escrito de Palop precisa las imputaciones sobre 14 de los imputados por cinco delitos de homicidio imprudente grave y diez delitos de lesiones. El juez imputa también a los doctores Simón y Carlos Viñals, a quienes culpa de tres delitos de homicidio por imprudencia profesional grave en el caso de Rocío Oña, Cristina Arce y Katia Esteban. El juez ha retirado la acusación sobre ocho de los imputados, entre los que se encontraban los delegados Antonio de Guindos y Fátima Núñez, el director general de Emergencias y Protección Civil, Alfonso del Álamo, y el hermano del organizador del evento, José María Flores. Los principales procesados de la empresa Diviertt son Flores, el director Santiago Rojo y al jefe de personal, Miguel Ángel Morcillo, mientras que de la empresa Kontrol 34 han sido el socio y apoderado Carlos Manzanares y Emilio Belliard. La empresa de seguridad Madridec verá en el banquillo de los acusados a su director del departamento de seguridad, Rafael Pastor Martín, a su coordinador de proyectos, Francisco del Amo, a su técnico de operaciones y jefe Emergencias del evento, José Ruiz Ayuso, y a su coordinador de jefe del departamento de seguridad, José Rodríguez Caamaño. El juez procesa también a empleados de la empresa Seguriber como el coordinador jefe, Juan José París, el jefe de equipo, José Antonio Díez Romero, y al vigilante de seguridad Roberto Mateos. El magistrado comenta sobre Flores que “era la persona que tenía, en el ámbito de competencia de su sociedad, absoluto control sobre la misma, correspondiéndole decidir en el último extremo las decisiones que se tomaban". Palop incide en que "toda la organización del evento era de su responsabilidad y tuvo directísima participación en el número de entradas que se vendieron y caudal de personas que entraron en la fiesta, produciendo un sobreaforo que tuvo una importancia decisiva en los acontecimientos". Monteaguado, por su parte, actuó de manera negligente según el magistrado, quien considera que la presencia policial fue “contemplativa, insuficiente, esporádica” y expresó una “pasividad inadecuada para la gravedad de los hechos que estaban acontecidos”. Simón Viñals, de 77 años, responsable de la enfermería cuando ocurrió la tragedia, aceptó según el juez como enfermería “un cuarto trastero sin ventilación ni luz suficiente y, con un aspecto realmente sorprendente en un país civilizado en pleno siglo XXI, sin agua corriente". Además, cobró 1.920 euros para hacerse cargo de estos servicios médicos por lo que "tenía que supervisar y estar de acuerdo con los medios materiales y humanos que se ponen a su disposición para una función esencial en un evento multitudinario”.