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ÉBOLA

El Gobierno evacúa a España al sacerdote infectado con ébola

Por Fernando GarcíaTiempo de lectura3 min
Sociedad06-08-2014

La operación para repatriar al sacerdote español Miguel Pajares, infectado de ébola, ha comenzado este miércoles. Un Airbus del Ejercito del Aire A310 acondicionado para su traslado ha partido de Torrejón de Ardoz (Madrid) a las 13:30 horas, arribando a Liberia a las 18:30, hora española. El transporte trasladará también a la monja de origen guineano con pasaporte español Juliana Bohi. Aunque la religiosa ha dado negativo en la prueba de contagio, Sanidad ha decretado su evacuación.

El religioso de 75 años permanece aislado en el hospital San José de Monrovia en Liberia desde el pasado viernes. Pajares fue el encargado de cuidar al director del centro médico, Patrick Nshamdzea, quien falleció a causa de la enfermedad. Desde entonces, el centro hospitalario permanece cerrado. La repatriación se realiza a petición de la orden religiosa a la que pertenece el sacerdote. La decisión final se tomó en una reunión el pasado martes donde participaron los ministerios de Sanidad, Defensa e Interior y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Los repatriados llegarán a territorio español este jueves. El sacerdote será ingresado en el Hospital Carlos III de Madrid, perteneciente a la Paz. El centro especializado en enfermedades epidemiológicas cumplirá con los protocolos de máxima seguridad estipulados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El religioso estará ingresado en la sexta planta, donde se han acondicionado tres habitaciones con un sistema de exclusas de presión negativa, que no permiten el intercambio de aire con el exterior, aunque no sea necesario para casos de ébola. Además, el personal médico estará equipado con trajes estanco, mascarillas de filtración mínima de un 92% y doble sistema de guantes. Traslado polémico no exento de riesgos El traslado del sacerdote infectado no está exento de polémica. Mientras La directora general de Salud, Mercedes Vinuesa, ha afirmado en rueda de prensa que la seguridad esta garantizada y que el riesgo de contagio es mínimo, algunas fuentes médicas dudan de la oportunidad y preparación del equipo sanitario, que nunca ha tenido que lidiar con una emergencia biosanitaria de tipo 3, la adecuada para una enfermedad que está viviendo su brote más mortifero. El presidente de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), Daniel Bernabéu, ha manifestado que el traslado no está exento de riesgos, y responde más a “una respuesta política y no sanitaria”. Además, el sindicato médico considera que los cuidados que se van a utilizar se podrían haber aplicado igual en Liberia. España no cuenta con los medios estadounidenses para tratar la enfermedad La respuesta sanitaria además carece de la rotundidad de la empleada por EE.UU. con sus dos ciudadanos infectados. Mientras los estadounidenses cuentan con diez hospitales de nivel de aislamiento 4, España solo cuenta con el Carlos III, parcialmente desmantelado y que solo está capacitado para tratar emergencias tipo 2 y deberá ser adaptado a las tipo 3. El tratamiento a emplear tampoco será el mismo. Los pacientes norteamericanos han sido tratados con un coctel de anticuerpos. El tratamiento experimental es muy similar al usado en otro tipo de enfermedad mortal como es la rabia. Sin embargo la posibilidad masiva del uso de este tratamiento es imposible, debido a la escasa cantidad de dichos anticuerpos que existen en la actualidad, y la no existencia de un mapa biológico aun. El sacerdote español solo recibirá los cuidados estandarizados recomendados por la OMS. Sin embargo, las autoridades médicas internacionales no dudan en afirmar que la propagación de la epidemia sería rápidamente controlada en los países occidentales, debido a los protocolos de tratamiento y capacidad de sus centros médicos. El virus del ébola es especialmente agresivo, debido a la tasa de mortalidad y la no existencia de una cura. Hasta el momento, este último brote ha causado 932 muertes, todas localizadas en África. Todos los fallecidos están localizados en Guinea Conakry, Liberia, Sierra Leona y Nigeria. La detección de casos en Nigeria, país muy poblado, ha preocupado especialmente a la comunidad internacional. Mientras los países occidentales prohíben o desaconsejan el viaje a las zonas infectadas, las naciones implicadas han cerrado sus fronteras para evitar la propagación.