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SALUD

Desmanteladas seis clínicas ilegales en Madrid

Por Sergio CastillaTiempo de lectura3 min
Sociedad27-06-2014

Consultas ginecológicas, abortos clandestinos e intervenciones quirúrgicas sin las condiciones higiénicas indispensables ni licencia. Estas eran algunas de las actividades practicadas en las seis clínicas ilegales desmanteladas este viernes en el barrio madrileño de Usera. Los centros, regentados por ciudadanos chinos, estaban situados en viviendas particulares y en algún local en el que había otro negocio como tapadera. No figuraban inscritos en el Registro de Centros, Servicios y Establecimientos Sanitarios de la Comunidad de Madrid, requisito indispensable para ejercer este tipo de actividades.

Las irregularidades detectadas no acaban aquí. Estos centros también carecían de las condiciones mínimas de higiene y seguridad exigidas por el Sistema Nacional de Salud. Como consecuencia, ocho personas han sido detenidas y otras dos, imputadas, bajo los cargos de intrusismo profesional y contra la salud pública, además de infracción a la Ley de Extranjería. Ninguno de los detenidos e imputados estaba inscrito en los colegios oficiales correspondientes. Contaban con numerosos clientes y la policía cree que entre la comunidad china de la zona lo más común es acudir a este tipo de centros. Las clínicas han sido desmanteladas por la Brigada de Extranjería y Fronteras de Madrid. En las investigaciones han participado los Consejos Generales de los Colegios de Médicos y Odontólogos junto con la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios. En las clínicas se asistían todo tipo de especialidades como estomatología, digestivo... Entre las piezas incautadas se encontraron dos ecógrafos, dos aspiradores vaginales usados para practicar abortos clandestinos, píldoras abortivas, dispositivos intrauterinos, anillos vaginales, más de 300 piezas instrumentales quirúrgicas y un total de y 148.000 pastillas. La investigación determinó que estas falsas clínicas se habían concentrado muy próximas las unas de las otras, todas ellas en el distrito de Usera, conocido por su elevado número de residentes de nacionalidad china. Entre aquellas que compartían especialidades, mantenían una dura batalla de precios y competían en torno a la falsa publicidad que publicaban en sus anuncios. Los registros se han practicado en diferentes puntos del distrito: en las calles de Madridejos, 71; Juan Español, 7; Nicolás Usera, 44, Nicolás Sánchez 18 y 30, e Isidoro Jiménez, 55, según fuentes policiales. Los detenidos son Lili H., de 46 años y conocida como doctora Huang, a la que la policía la principal responsable de este entramado; Huan Liang Chen, de 29 años; Shukin Huang, conocido como doctor Huang, de 44; Zhuhua Wei, de 37; Shuaugjun Jin, de 44 años; Guochun Zhong, de 47, y Sheenqualn Chen, de 50. Este último es el único que tiene antecedentes policiales por intrusismo y por un delito contra la salud pública. También se le acusa de estafa. Las clínicas se anunciaban tratando de imitar anagramas e identidades corporativas de otras clínicas conocidas en España, en medios dirigidos a la comunidad asiática. La policía pudo comprobar el deplorable estado tanto de las instalaciones como del material médico utilizado, que acababa convirtiéndose en foco de graves enfermedades virales. Muchos de los pacientes que acudían a estos centros eran niños de muy corta edad, con el consiguiente riesgo de contagio de enfermedades graves. Un paciente que acudió a una de estas consultas, aquejado de dolencias estomacales, fue atendido por un falso doctor en la parte posterior de un local que a la vista del público era un herbolario y lo acompañó a realizarse unos análisis. Pasados unos días, el supuesto médico obtuvo los resultados de las analíticas sin ninguna anomalía y modificó y falsificó los datos, con el fin de hacerle creer al paciente que tenía una variante de hepatitis. Durante varias consultas, el falso médico le cobró alrededor de 3.500 euros como parte del tratamiento y las medicinas. Como consecuencia, le provocó un empeoramiento severo de su estado de salud. Finalmente, el paciente tuvo que acudir al servicio de urgencias de un hospital, donde se le diagnosticó una grave infección estomacal. Fue entonces cuando el afectado denunció lo sucedido y la policía sospechó que no se trataba de un caso aislado. Los investigadores, a tenor de lo sucedido, iniciaron una minuciosa búsqueda de ofertas de servicios médicos a través de varios medios de comunicación dirigidos a la comunidad china en Madrid, dando como resultado final estas detenciones.