Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

Mundial 2014

La vieja guardia salva a Alemania

Por Jaime PalaciosTiempo de lectura2 min
Deportes22-06-2014

Los viejos roqueros nunca mueren. Con 36 años y en el ocaso de su carrera deportiva, Miroslav Klose, el polaco que más alegrías ha dado a Alemania, salvó los muebles de la ‘Mannschaft’ y se convirtió, junto con Ronaldo Nazario, en el futbolista que más goles ha marcado en la fase final de los mundiales. Ghana se quedó con la miel en los labios tras un soberbio partido. El empate deja a Alemania con un pie en los octavos de final y a los africanos con casi los dos fuera de Brasil. Götze y Klose marcaron para los europeos y Ayew y Gyan para el combinado africano.

Este Mundial guarda sorpresas en cada esquina. Mandó al vigente campeón a la calle en apenas 180 minutos, eliminó cruelmente a Inglaterra pese a su gran nivel de juego a la par que erguía a Costa Rica como legendario líder en el ‘grupo de la muerte’. Pese a este contexto todo hacía augurar una plácida velada para los germanos, que tras arrasar a la Portugal de Cristiano, Ghana no parecía más que un incómodo mosquito en su camino hacia los octavos de final. Pero una sorpresa volvió a asaltarnos de la nada. El equipo africano, que venía de caer derrotado injustamente ante EEUU, mostró que su gran partido de la primera jornada no fue un espejismo. Jugó a Alemania de tú a tú durante los primeros 45 minutos e incluso llegó a superarla en la segunda fase del encuentro. Sus vertiginosos contraataques y portentoso físico se desenvuelven con brillantez en la pesada atmósfera brasileña. El balón lo tenía Alemania, cierto, pero el dueño del peligro era Ghana, que pudo adelantarse en más de una ocasión, solo Neuer y la mala puntería evitaron que el electrónico se moviera. En la segunda parte Ghana hizo valer su superioridad física para atrincherar a una sorprendida Alemania que no podía combatir la verticalidad de los africanos. El gol de Götze en el minuto 51 fue un simple espejismo que solo tardó tres minutos en ser disipado por el tanto de Ayew. El 1-1 espoleó a Ghana, que bajo la potencia de Muntari y la fuerza de Gyan arrinconaron a la selección germana, hasta que, por fin, Ghana marcó el 2-1, obra de propio Gyan. Lo que parecía una velada tranquila para Alemania se había convertido en una pesadilla, pues la derrota dejaba a los germanos en una situación incómoda, abocados a jugarse la vida contra EEUU en la última jornada. Fue entonces cuando Löw se revolvió del banquillo para sacar su gen alemán. Olvidó el estilo de toque que ha caracterizado en los últimos años a Alemania y volvió, en esos momentos de apuro, a apostar por el fútbol directo que durante décadas caracterizó a los teutones. Dio entrada a Klose y a Schweinsteige y la ‘Mannschaft’ volvió a ser la de siempre. Aquella Alemania que asustaba al mundo plagada de enormes rubios que cabeceaban cualquier balón que rondara el área, que conquistaron tres Mundiales y dominaron Europa, pero por encima de todo, aquella Alemania que sabía sacar un gol de cualquier jugada sin peligro. Y así fue, en un córner, cómo sino, surgió Klose, ese incansable polaco que lleva ya 15 goles en un Mundial, el de siempre, el que lleva 10 años celebrando tanto para su selección. En definitiva, la Alemania de siempre marcó el 2-2, disipó los fantasmas y puso su punto de mira en los octavos de final. La vieja guardia siempre acude al rescate. Goles: 1-0 Götze (51') 1-1 Ayew (54') 1-2 Gyan (63') 2-2 Klose (71')