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AFGANISTÁN

El asesinato del vicepresidente afgano agrava la inestabilidad del país

Por Pablo FernándezTiempo de lectura1 min
Internacional06-07-2002

El Gobierno provisional afgano vivió acontecimientos trágicos la semana pasada. El país vio con rabia cómo el Ejército de Estados Unidos mataba por error a unas 40 personas que celebraban una boda. Además, el pasado sábado la crisis llegó a su punto máximo con el asesinato de Hají Abdul Qadir, vicepresidente del Ejecutivo y ministro para la Reconstrucción del país.

Hají Abdul Qadir fue abatido a tiros por dos pistoleros que le abordaron en su coche cuando se dirigía hacia su puesto de trabajo, en el centro de Kabul. Qadir era un antiguo miembro pastún de la Alianza del Norte y ejercía como gobernador de la provincia de Nangarhar (al este de Afganistán). Tras la creación del Gobierno presidido por Hamid Karzai y auspiciado por Estados Unidos adquirió importancia en el Ejecutivo del país. No es la primera vez que grupos terroristas tratan de desestabilizar el Gobierno provisional afgano. El pasado abril una bomba estuvo a punto de acabar con la vida de Mohamed Fahim, entonces ministro interino de Defensa, en Jalalabad. El artefacto causó la muerte de cuatro personas e hirió a otras 50. Es evidente que existen en Afganistán grupos armados descontentos con el proceso democratizador tras la guerra que terminó con el poder del régimen talibán. La Comunidad Internacional, en previsión de estos brotes de violencia, continúa aún en la zona vigilando y construyendo una inestable paz. Durante estas operaciones se están produciendo tensas situaciones que en ocasiones terminan de forma trágica. El más claro ejemplo hasta ahora ocurrió el pasado lunes: Un avión estadounidense bombardeó por error a un grupo de afganos que celebraba una boda. Cuarenta muertos y 70 heridos es el balance de un "trágico error", según el Pentágono.