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Hallazgo histórico

En busca de los restos mortales de Miguel de Cervantes

Por Gracia Cristina GarcíaTiempo de lectura2 min
Cultura12-06-2014

Miguel de Cervantes fue enterrado en Las Trinitarias hace casi 400 años. A día de hoy, con la ayuda de un georradar, se han descubierto más de 30 nichos bajo el suelo de esta antigua iglesia, entre los cuales se pretende encontrar al escritor español más universal. Hace años que historiadores lo llevan intentando, pero la tecnología no lo ha permitido hasta ahora.

La llamada "Operación buscar a Cervantes" comenzó hace años por parte de Luis Avial, director de la empresa Falcon High Tech, y el historiador Fernando de Prado, guiado por el deseo de devolver la tumba del escritor a su papel destacado. A pesar de que Prado no pensaba que semejante hazaña no merecía pagarse en dólares, tras intentar contactar una y otra vez con diferentes personalidades, consiguió 12.000 euros de la alcaldía de Madrid, necesarios para analizar la iglesia con georradares en busca de algún indicio en el suelo o los paramentos. Sin embargo, hará falta más dinero. Después de tres jornadas de trabajo, calificadas de satisfactorias por el propio Avial, se ha delimitado la traza del templo antiguo, situado debajo de la actual estructura, con claridad y fidelidad; con los datos recogidos se ha trazado un mapa 3D de la oquedad. Se trata de un área de grandes proporciones, pues suponen 4,80 metros de profundidad, 6 de ancho, y entre 12 y 15 de largo. En total, hasta cinco zonas con posibles enterramientos, probablemente, entre 30 y 33 nichos. La segunda fase, de la que todavía no hay presupuesto público ni privado, consistirá en la extracción de los materiales óseos de la mano del forense Francisco Etxeberría, presidente de la Asociación Científica Aranzadi y eminencia en este campo; entre sus haberes cuentan la exhumación de víctimas de la Guerra Civil de nuestro país, o las autopsias del presidente de Chile Salvador Allende o los hermanos cordobeses Bretón. En cuanto a lo que puedan encontrar una vez que se extraigan los restos óseos, se sabe que están enterrados un niño (sobrino de la fundadora del templo), el padre del capellán, un matrimonio de marqueses, aparte del propio Cervantes y su esposa Catalina Salazar Vozmediano. Las heridas de guerra del escritor, llamado manco de Lepanto, serían claves para su identificación: "se busca un varón de unos 70 años con una lesión incapacitante en el brazo izquierdo y marcas de heridas de arma de fuego en el pecho", declara Fernando Prado. No obstante, para esta segunda parte de la operación haría falta el permiso del Arzobispado y de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad (por la protección que rodea el edificio y sus alrededores), además de la de las hermanas Trinitarias, monjas de clausura en el convento; estas religiosas, saturadas por la atención mediática recibida por su iglesia, no están a favor de las excavaciones, según la entrevista que realizó el diario ABC a su superiora.