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Crisis económica

Las familias pagan más impuestos que las grandes empresas

Por Gema PlazaTiempo de lectura1 min
Sociedad28-05-2014

“Gravar más a los que más tienen y romper los privilegios”, este es uno de los puntos que se plantean en el informe presentado por la ONG. Con él, pretenden gravar la acumulación de la riqueza y conseguir un sistema equitativo de impuestos correspondiente con las rentas salariales, ya que no es posible, que según los datos de 2011, en España la presión fiscal sea más elevaba para los que tienen las rentas más bajas.

La responsable de la investigación Teresa Cavero, ha explicado que las familias estarían aportando al sistema tributario un 90% de la recaudación total a través del pago de los impuestos, del IVA y del IRPF. Mientras que las empresas solo proporcionarían un 10%, lo más alarmante es que de este porcentaje solo el 2% correspondería a las grandes compañías. Todo el sistema se basaría en un esfuerzo fiscal mal repartido y es que las familias con salarios pequeños tendrían que pagar en impuestos un porcentaje mucho mayor que aquellos que ostentan grandes sueldos. En cifras, una familia de clase media dedica un 22% de sus beneficios para impuestos de toda clase. Las empresas, por su parte, no llegan a superar el 17% de contribución en el impuesto de sociedades. Otro de los puntos álgidos que la ONG no se ha querido dejar en el tintero es el fraude fiscal que asola nuestra economía. La Evasión fiscal es una herramienta de alto poder recaudatorio que tiene que desaparecer y para ello hay que incrementar los recursos materiales para luchar contra este fraude. Empezando por acabar con la economía sumergida, además de advertir a los altos cargos públicos para que den ejemplo con la ejecución de sus responsabilidades fiscales. “Hoy en día, el 46% de la riqueza mundial está en manos de tan solo el 1% de la población”. Esta cifra tan alarmante sirve para darnos cuenta de la gran desigualdad que no solo se da en España sino también en el resto del mundo y que los grandes Gobiernos parecen no querer ver.