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TAILANDIA

Los militares se hacen con el poder en Tailandia

Por Fernando GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional22-05-2014

Tailandia vive días difíciles para su democracia. El Ejercito ha declarado un nuevo golpe de Estado, el 18 desde el fin de la Monarquía en 1932. El jefe del Ejército tailandés, Prayuth Chan-Ocha, ha tomado el poder tras el desencuentro de los partidos políticos y las protestas en contra del Gobierno que se habían generalizado por todo el país. El anuncio llega tan solo dos días después de que los militares proclamaran el estado de excepción en la nación. La situación ya le había costado la renuncia por orden del Tribunal Constitucional de la primera ministra Yingluck Shinawatra el 7 de mayo, acusada de abuso de poder.

La cúpula militar ha declarado la ley marcial, con un toque de queda, de diez de la noche a cinco de la mañana, y ha prohibido las reuniones de más de cinco personas. Se ha ordenado a los manifestantes que apoyaban a los diversos grupos políticos que se dispersen, y los miembros del Gobierno han sido llamados a presentarse en un cuartel militar. Chan-Ocha ha anunciado también que la Constitución queda suspendida. El anuncio llega después de que el líder militar diera por fracasado un encuentro entre las siete facciones políticas del país, en busca de una salida negociada. La reunión celebrada por representantes el actual Gobierno electo, el líder de las manifestaciones anti gubernamentales, Suthep Thaugsuban, el Senado, la Comisión Electoral y el resto de partidos democráticos, fue interrumpida ante la falta de acuerdos por el Ejercito, y los participantes fueron llevados a un acuartelamiento militar. El general Prayuth Chan-Ocha utilizó la emisión de la televisión tailandesa para comunicar la decisión de asumir el poder. “Para que la situación vuelva rápidamente a la normalidad y para que la sociedad recupere la paz de nuevo, el Ejército tiene que asumir los poderes” manifestó en su comunicado televisado. Horas antes, ya había comunicado a las partes reunidas que tomaría el poder por la falta de acuerdo. Cha-Ocha había censurado también los medios de comunicación, que habrían suspendido su programación, excepto por los comunicados militares. Desde el comienzo de la crisis, 28 personas habían perdido la vida en enfrentamientos entre los ‘camisas rojas’, partidarios del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, y del rey Bhumibol Adulyadej. Thaksin es el hermano de la también depuesta este 7 de mayo como primer ministra Yingluck Shinawatra, cuyo partido seguía en el poder pese a su destitución. Thaksin es un magnate de las telecomunicaciones que cuenta con las simpatías de las clases bajas del país, y que en 2006 fue depuesto por orden militar, bajo las acusaciones de corrupción y falta de respeto al rey, encontrándose huido de Tailandia. Los camisas rojas habían amenazado con entrar de forma violenta en Bangkok si se destituía al gobierno de Niwatthamrong Boonsongphaisan, actual primer ministro y número dos del partido de los hermanos Shinawatra. Boonsongphaisan había ofrecido aplazar las elecciones generales hasta el 3 de agosto, después de que se celebrasen unos comicios en febrero, que fueron anulados por el Tribunal Constitucional, ante las numerosas protestas frente a los lugares de votación. El ejercito es considerado leal a los antigubernamentales, que acusaban al partido del Ejecutivo de corrupción y abuso de poder. Desde la comunidad internacional se ha expresado la alarma por la situación, e incluso el presidente de la república francesa, François Hollande, lo ha condenado públicamente.