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SUMINISTRO ENERGÉTICO MUNDIAL

Rusia firma con China un acuerdo energético histórico

Por Andrea Muñoz MartínTiempo de lectura2 min
Internacional22-05-2014

Los gigantes Rusia y China han firmado un acuerdo para la exportación de gas natural a la potencia asiática por parte del consorcio ruso Gazprom. Este pacto, que ha sido calificado de “evento histórico” por el presidente Vladímir Putin, habría ascendido a cerca de los 300.000 millones de euros –aunque todavía no se ha hecho público el precio definitivo-, permanecería en vigor durante las próximos 30 años. De esta forma, se consolida una alianza entre el primer importador mundial de carburantes y uno de los principales exportadores del sector energético. Un acuerdo que aleja más todavía, si cabe, al Kremlin de la Unión Europea y de Estados Unidos; países con los que mantiene un clima de enorme tensión desde hace varios meses por los sucesos ocurridos en Ucrania. Teniendo a Oriente, ¿quién necesita a Occidente?

Aunque todavía no se conocen todas las condiciones del pacto, sí se sabe que se trata de la mayor venta de Gazprom en toda su historia. Según el contrato, 38.000 millones de metros cúbicos de carburante al año a partir del año 2018. Ambos países colaborarán en la construcción de las infraestructuras necesarias para la extracción del gas natural –el este de Siberia ha sido la localización escogida para la explotación de los pozos-, así como para erigir el gaseoducto que conecte ambas regiones. Sin embargo, lo que todavía continúa siendo una incógnita es el precio al que Rusia cobrará los hidrocarburos a la China National Pretoleum Corporation (CNPC). “Rusia ha bajado un poco el precio -el principal punto de fricción de las negociaciones- y China lo ha subido un poco también. Al final ha ocurrido como en cualquier negociación”, declaró Xizhou Zhou, director de la consultora IHS China Energy. Según los cálculos realizados teniendo en cuenta las cifras globales del contrato, se estima que China pagará aproximadamente unos 260 euros por cada mil metros cúbicos de gas natural –un precio más bajo que el establecido a la mayoría de los países europeos pero, a la vez, superior al que la CNPC desembolsa con otras empresas suministradoras de Asia Central-. El pacto llega tras casi una década de negociaciones, cuya demora ha tenido como causa, principalmente, el desacuerdo en los precios de los hidrocarburos y responde a un cambio de estratégia diplomática por parte del Kremlin. La cooperación entre Rusia y China cada vez es mayor, no solo a nivel económico, sino también desde el punto de vista político y militar. No en vano, el acuerdo firmado el miércoles contiene otros puntos relacionados con la potenciación de “la asociación integral y cooperativa” entre ambos países. De esta forma, tanto Rusia como China, dos países afines ideológicamente y que comparten sus reticencias contra el modelo occidental y más en concreto contra la hegemonía de Estados Unidos, aumentan su independencia económica con respecto a Occidente. Esto se produce en un momento en que Europa mira con recelo la actuación del Kremlin en Ucrania, al que ya ha impuesto sanciones por los hechos ocurridos en Crimea desde hace varios meses. De hecho, a principios de mayo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama y la canciller alemana, Angela Merkel, anunciaron que penalizarían el comercio de armas y las relaciones financieras con Rusia si no cesaba en su intervención en el este de Ucrania. "El objetivo no es castigar a Rusia, sino darle un incentivo para que elija un camino mejor", declaró Obama. Aunque ambos reconocieron que resultaba “poco realista” que los países europeos renunciaran al suministro energético por parte de Rusia: "Tened en cuenta que la energía siguió fluyendo de Rusia a Europa en el momento más álgido de la Guerra Fría", señaló el presidente de Estados Unidos.