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SALUD

La depresión es la primera causa de enfermedad en adolescentes

Por Sergio CastillaTiempo de lectura3 min
Sociedad14-05-2014

La depresión se erige como un problema importante entre los adolescentes. Según un estudio elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), este trastorno es la principal causa de discapacidad entre los jóvenes de 10 a 19 años. El informe es el primero realizado por la agencia sanitaria de Naciones Unidas. El documento indica que 1,3 millones de adolescentes murieron en el mundo en 2012 y que las tres principales causas fueron -por orden- los accidentes de coche, el VIH-Sida y la depresión.

Entre las principales causas de muerte están también las infecciones respiratorias, la violencia, la diarrea, los ahogamientos, la meningitis, la epilepsia y las enfermedades inmunes, endocrinas o de la sangre. En cuanto a las causas de discapacidad o enfermedad, tras la depresión están los accidentes de tráfico, la anemia, el virus del sida, las autolesiones, el dolor de espalda o cuello, la diarrea, trastornos de ansiedad, asma o infecciones respiratorias. El informe muestra como el número de muertes relacionadas con el VIH entre los adolescentes sigue creciendo, debido principalmente al aumento de la mortalidad en la región africana, a pesar de que los fallecimientos relacionados con el virus están disminuyendo en otras edades. Así mismo, las enfermedades infecciosas -encabezadas por tracto respiratorio, diarrea y meningitis- suponen un 18 por ciento de todas las muertes en el periodo adolescente. Como dato positivo, ha tenido lugar un descenso de las muertes relacionadas con el embarazo o por complicaciones durante el parto, que han caído desde el año 2000, sobre todo en aquellas regiones donde las tasas eran más altas. A pesar de estos avances, la mortalidad materna sigue ocupando el segundo lugar entre las causas de muerte entre las niñas de 15 a 19 años de edad a nivel mundial, superado sólo por el suicidio. Precisamente que el suicidio esté entre las primeras causas de muerte en la adolescencia refleja la importante incidencia que los problemas de salud mental tienen en este sector de la población, especialmente en el caso de la depresión. Algunos estudios muestran que en la mitad de casos de trastorno mental los síntomas se empiezan a manifestar sobre los 14 años. "Si los adolescentes que sufren este tipo de patologías reciben los cuidados adecuados, esto podría evitar muchas muertes y un elevado índice de sufrimiento". Los datos en España avalan esta realidad, donde uno de cada cuatro suicidios se da en menores de 25 años. La principal preocupación se sitúa en los accidentes de tráfico, que son la primera causa mortal y la segunda causa de discapacidad o enfermedad en la adolescencia, con un mayor impacto en el sexo masculino, que triplica la tasa de muerte de las jóvenes. Para combatirlos, la OMS recomienda favorecer el acceso al transporte público, endurecer los límites de velocidad y consumo de alcohol o determinar zonas peatonales seguras en el ámbito escolar y académico. Por otro lado, los datos de los países donde se han realizado las encuestas muestran que uno de cada cuatro adolescentes no hace suficiente ejercicio -La OMS recomienda al menos una hora de ejercicio moderado al día- y en algunos países hasta uno de cada tres son obesos. Asimismo, otros hábitos sí que están mejorando como el tabaquismo, que cae entre los adolescentes más jóvenes en la mayoría de países de ingresos altos, medios y bajos. "El mundo no ha prestado suficiente atención a la salud de los adolescentes", según ha señalado Flavia Bustreo, subdirectora general de Salud de la Familia, Mujer y Niños de este organismo de Naciones Unidas, que confía en que estos datos sirvan "como un trampolín" para atajar principales problemas de este colectivo. Además, el informe destaca la necesidad de que más países sigan el ejemplo de otros como la India, cuya nueva estrategia de salud aborda un amplio espectro de problemas que afectan a los adolescentes, incluida la salud mental, la nutrición, el consumo de sustancias, la violencia y las enfermedades no transmisibles, además de la salud sexual y reproductiva.