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MUNDIAL DE COREA Y JAPÓN

Ronaldo hace a Brasil pentacampeona

Por Daniel AyllónTiempo de lectura2 min
Deportes30-06-2002

Brasil se reafirmó como la selección más potente del planeta al conquistar su quinto Mundial. Alemania, pese a haber hecho más méritos durante el partido, sucumbió a la pegada ofensiva de los cariocas y pagó su racanería de los partidos precedentes. Ronaldo, con dos goles por bandera, se quitó la espina de la final contra Francia y fue nombrado mejor jugador del torneo, además de obtener el pichichi del Mundial, merced a sus ocho tantos.

El encuentro fue una antítesis del resto del campeonato: ¿que durante un mes los árbitros habían patinado en un partido sí y otro también? Ahí estaba el italiano Pierluigi Collina para practicar un arbitraje sobresaliente. ¿Que el fútbol había sido de factura media y había habido demasiadas selecciones de poco fuste? Pues Alemania y Brasil se enfrascaron en una de las mejores finales que se han vivido en los últimos tiempos. La selección de Luiz Felipe Scolari arrancó el encuentro con su clásico fútbol-samba, pero, con el paso de los minutos, los taconazos y las rabonas dejaron paso al dominio alemán. Los europeos, que no contaron con Ballack por sanción, anduvieron más sueltos al no estar atados a un único referente en ataque, pero carecieron de resolución final. En defensa, ahogaron las bandas brasileñas y su principal manantial de juego, la medular, por lo que apenas llegaron balones a las botas de Ronaldo y Rivaldo, náufrago durante el encuentro. Sin embargo, el dominio de los hombres de Rudi Völler se topó con tres brotes de fútbol carioca a lo largo de la primera mitad. Aunque no tuvieron la posesión, los suramericanos inyectaron más peligro que las numerosas intentonas germanas. Ronaldo avisó con dos lanzamientos y, en el último minuto, Kleberson se apuntó al tiroteo y lanzó un disparo al travesaño de la meta de Kahn. En la segunda mitad, Alemania mejoró el nivel exhibido, atinó sus lanzamientos y gozó de sus mejores oportunidades, pero le faltó más trabajo de equipo. Al cabo de veinte minutos, Brasil despertó de su letargo y, con un disparo inocente y lejano de Rivaldo, Ronaldo aprovechó el mal blocaje de Kahn para anotar y romper la igualada. Su autor, Ronaldo. A raíz del gol, Völler puso en marcha un carrusel de cambios para oxigenar su once, pero Ronaldo volvió a asestar un correctivo a Alemania al culminar una de las mejores jugadas del cuadro brasileño: Rivaldo dejó pasar un centro desde la banda derecha raso para que el 9 templara, disparase, hurgara en la herida de Kahn y se vengase de la final de París de 1998. Los goles no arrugaron a Alemania, que se mantuvo combativa hasta el final, con la esperanza de que las vitrinas brasileñas no albergasen el quinto trofeo, pero Brasil, después de haber derrotado a la correosa Turquía, también supo mantenerse ordenado para defender la renta y brindar el triunfo a la marea amarilla que poblaba las gradas.