CRISIS SUDAMÉRICA

Turbulencias en el cono sur latinoamericano

Por Raquel González2 min

Economía23-06-2002

Ya no sólo es Argentina la que está en problemas, también Brasil, que vio cómo su moneda, el real, se depreciaba hasta mínimos históricos con respecto al dólar. Brasil pasó a ser en esos momentos el país con más riesgo para invertir en el mundo, después de Argentina.

En Uruguay las cosas no andan mucho mejor. En el país, donde el peso uruguayo está en libre flotación con el dólar, la moneda nacional llegó a depreciarse durante la semana en un 30 por ciento. Hasta Chile, hoy una de las economías más saneadas de Latinoamérica, ha visto titilar la cotización de su moneda y más de lo mismo ocurrió en México. A esto hay que sumarle la situación de inestabilidad política en Bolivia, donde se celebrarán elecciones el próximo fin de semana. Los altercados en la ciudad de Arequipa en Perú, donde la insurrección popular hizo que hasta el ejército tuviese que intervenir y la amenaza sobre el presidente venezolano, Hugo Chávez, que vio asomar de nuevo otro golpe de Estado, conforman un escenario nada halagüeño. Fijándose sólo en las cuestiones económicas, Argentina ha encontrado una buena baza para presionar al Fondo Monetario Internacional a que ayude a la región, en general, y dé los ansiados créditos a la Argentina, en particular. Si no, afirmó Duhalde, la situación generalizada de crisis, aún se extenderá más. De momento, el FMI, que sí hizo préstamos a Uruguay y a Brasil, se mantiene pasivo en las ayudas a Argentina. La comisión que estuvo a lo largo de la pasada semana en Buenos Aires, retornó de nuevo a EE.UU. sin dar una respuesta clara al Gobierno argentino. Mientras, los ciudadanos volvieron a conocer más cifras poco o nada esperanzadoras. El PIB del país cayó, en los tres primeros meses del año, un 16,3 por ciento y la inversión interna lo hizo un 46 por ciento. Un panorama nada alentador. Además, esta semana el país comenzó con el canje voluntario de los ahorros del corralito por un sistema de bonos. La afluencia a los bancos para acogerse a tal Plan fue mínima.