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HUELGA GENERAL

El ‘parón’ nacional transcurrió sin grandes altercados

Por Julia Almagro PadillaTiempo de lectura2 min
Economía20-06-2002

Llegó el temido 20-J, y cuando por fin pasó todo... Gobierno y sindicatos seguían, y siguen, sin ponerse de acuerdo. La huelga fue un fracaso para el primero y un éxito para los segundos, pero sus consecuencias aún no están claras.

Desde que el Gobierno de Aznar anunció la reforma de prestación por desempleo se desencadenó un enfrentamiento insalvable con los sindicatos. El Gobierno reiteraba su intención de diálogo, pero los sindicatos exigían la retirada total del documento. Finalmente, pese a su declarada tendencia a negociar, el Ejecutivo aprobó el decretazo haciendo gala de su mayoría absoluta. Tras esto, la amenaza de huelga de la que echaban mano los sindicatos se convirtió en una realidad que tendría lugar el famoso 20 de junio. Pero las dos partes en litigio seguían sin ponerse de acuerdo. El Gobierno proponía unos servicios mínimos, basándose en los que hubo en la huelga de 1994. Los sindicatos los consideraban abusivos, así que decidieron recurrir las decisiones del Gobierno ante la Justicia. Al final, los servicios mínimos no fueron el gran problema de la huelga. Por ejemplo, los transportes y los medios de comunicación, que sirven como indicativo, cumplieron sus funciones con relativa normalidad. El derecho de unos ciudadanos a la huelga chocaba con el derecho de otros a trabajar, por lo que la actuación policial y la de los piquetes protagonizaron los momentos de mayor tensión. En el País Vasco, la huelga se adelantó un día y donde tuvo una mayor incidencia fue en Guipúzcoa, debido, en gran parte, a la actuación de los piquetes. Andalucía fue el lugar de España en el que la huelga contó con más adeptos. Las comunidades en las que la protesta tuvo un apoyo menor fueron Ceuta, Murcia y Cantabria. Las diferentes manifestaciones que tuvieron lugar el 20-J, en las distintas ciudades de España sirven también para medir la incidencia de la huelga. La celebrada en Madrid, según los líderes sindicales, es un síntoma inequívoco del éxito del parón. Con un seguimiento del 84 por ciento, según los sindicatos y del 17 por ciento, según fuentes gubernamentales, parece que la huelga general no logró su objetivo, que era la retirada íntegra de la reforma del paro, pero la última palabra aún no está dicha.