HUELGA DEL ARTE

Cerrado el Museo Británico por problemas económicos

Por José Luis Carreras López2 min

Cultura18-06-2002

Es la primera vez en 250 años de historia que las puertas del Museo Británico - referencia cultural de Londres- no abren al público. Un público, que suele alcanzar la cifra diaria de 20.000 visitas al museo.

El motivo de este cierre está muy claro: los empleados protestan por la decisión que ha tomado la dirección del museo de reducir en unas 150 personas la plantilla que trabaja en la galería. La decisión se fundamenta en la importante caída del turismo en los últimos años. En este sentido, las causas se buscan en las crisis derivadas de la plaga de fiebre aftosa en el año 2000 y en los atentados del pasado once de septiembre. Éstas son dos circunstancias que han provocado una caída en el número de visitantes a Inglaterra y, por tanto, al Museo Británico de Londres. Pero esto no es lo único. Tanto el director del museo, Robert Anderson, como el Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales, coinciden en añadir a este problema, la bajada de donaciones de diversas asociaciones y el recorte de los fondos gubernamentales. Estos son, en realidad, las dos grandes fuentes de financiación del Museo Británico. No hay que olvidar que la entrada en el museo es gratuita, únicamente hay que pagar entrada en exposiciones determinadas, pero suelen ser muy ocasionales. Desde el momento en el que saltó la alarma de crisis, se ha instalado a la puerta del museo una especie de hucha en la que se anima a los visitantes ha depositar una libra con el fin de preservar uno de los valores culturales más importantes para los ingleses. En el Museo Británico hay objetos de arte y antigüedades que cubren dos millones de Historia. Ha sido ejemplo a seguir durante muchos años para la gran mayoría de museos internacionales. Entre sus paredes se encuentran obras de arte que codician otros grandes museos como el mismo Museo del Prado español. Con esta grave crisis, la pinacoteca no sólo reducirá el número de empleados, sino que cerrará algunas galerías, llevará a cabo menos exposiciones y reducirá sus presupuestos de conservación e investigación. Parece que la pelota está instalada en el tejado del Gobierno inglés, que al parecer, es el único capacitado para dar oxigeno a uno de los mayores museos del mundo.