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Medios

La revista Time elige al Papa Francisco como Persona del Año

Por Carlos Martínez de LeyvaTiempo de lectura3 min
Comunicación12-12-2013

Desde 1927 la revista Time viene eligiendo a la "Persona del Año". Para esta elección se tiene en cuenta la importancia e influencia del personaje, sea esta positiva o negativa. En esta ocasión ha sido el Papa Francisco. Anteriormente ya habían sido nombrados Persona del Año los Papas Juan XXIII, en 1962, y Juan Pablo II, en 1994. Otros nombres que figuraban en la lista de los elegibles de este año eran personas de gran actualidad, como Edward Snowden, ex analista de la CIA, Edith Windsor, adalid de los derechos de los homosexuales en EE.UU. y Bashar al-Asad, presidente de Siria.

Los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II también elegidos Persona del Año por Time, fueron innovadores y modificaron profundamente a la Iglesia y al mundo en que vivieron. La revista Time justifica su elección indicando: "Por haber trasladado el pontificado del palacio a las calles, comprometer a la mayor religión del mundo a enfrentar sus necesidades más profundas y equilibrar el juicio con la misericordia, el Papa Francisco es la Persona del Año 2013 de TIME". Los motivos, según la revista, son muchos, empezando porque "muy pocas veces un nuevo jugador en la escena mundial ha captado tanta atención tan rápidamente". En solo nueve meses, Francisco "se ha situado en el mismísimo centro de los debates más importantes de nuestro tiempo: la riqueza y la pobreza, el juego limpio y la justicia, la transparencia, la modernidad, la globalización, el papel de la mujer, la naturaleza del matrimonio o las tentaciones del poder". El Vaticano respondió este miércoles a la revista Time, expresando que la Santa Sede no busca la "fama", pero que es una "señal positiva" que estén siendo reconocidos los valores religiosos y morales. Por su parte, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, ha precisado que "no es sorprendente" que se haya otorgado al Papa este reconocimiento dada la "resonancia y la grandísima atención" que ha suscitado su elección y el inicio del nuevo Pontificado. L'Osservatore Romano" este miércoles publica que "con su comportamiento libre y nuevo, el Papa continua la revolución de Ratzinger, que con su decisión canceló las diferencias entre conservadores y progresistas, poniendo en el centro la caridad, en el sentido del calor, del fuego. Es espontáneo pero no improvisador." En un tiempo en que los límites del liderazgo son puestos a prueba en tantos lugares, llega un hombre (sin ejército ni armas, sin un reino más allá de un pequeño pedazo de tierra en el centro de Roma, pero con el enorme respaldo de la riqueza y el peso de la historia para plantear un desafío Jorge Mario Bergoglio es el primer Papa que adopta el nombre de Francisco, con ka mirada puesta en San Francisco de Asís, el santo de los pobres. El Papa Francisco, un jesuita austero y activo, cambió los aposentos del Vaticano, por una austera residencia, regida por monjas y sustituyó el Mercedes oficial por un Ford Focus, entre otras cosas. El Papa utiliza una indumentaria sencilla, una sotana normal, una cruz de hierro, calzado normal, procurando evitar siempre todo lujo. Predica la misericordia, el perdón y la caridad. Presenta a la Iglesia y a sus sacramentos como ayuda para el hombre. Hace declaraciones como: Dios “nos ha redimido a todos… no sólo a los católicos. A todos, también a los ateos”. "En cuestión de meses, Francisco ha elevado la misión redentora de la Iglesia", recalca la revista Time, quien señala que ahora el pontífice ha colocado a la institución "por encima del trabajo de policía doctrinal tan importante para sus dos predecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI". Las iglesias reportan un “efecto Francisco” de católicos no practicantes que han regresado a misa y han vuelto a confesarse. Pero la fascinación con Francisco, incluso más allá del círculo católico, le brinda una oportunidad que nunca tuvo su antecesor, Benedicto XVI: magnificar el mensaje de la Iglesia y su poder para hacer el bien