MUERTE MANDELA
Las desigualdades económicas y sociales lastran el potencial de Sudáfrica
Por A.Robledo / N.Méndez Aparicio1 min
Internacional11-12-2013
Nelson Mandela luchó para que los blancos dejasen de someter a los negros. Luchó contra un sistema que estuvo vigente hasta 1992: El apartheid. Dio su libertad a cambio de que las diferencias raciales desaparecieran entre su pueblo. Pero la realidad que atraviesa Sudáfrica parece alejarse del país con que soñó "Madiba". No obstante, los logros fueron muy importantes ya que se consiguió crear una clase media que, durante los tiempos de la segregación racial, no existía, a pesar de que hoy mucha gente todavía se sienta excluída.
Nelson Mandela supuso un antes y un después en Sudáfrica. Hoy es la primera economía de África, con el 25 % del PIB del continente. A nivel social, las distintas razas de la población viven juntas, pero sin mezclarse. Por un lado la incipiente clase media, formada por negros y mestizos, y por otro, una prácticamente estrenada clase blanca y pobre, que ha tenido que emigrar a otras ciudades para conseguir oportunidades. La desigualdad está presente en las urbes donde los blancos viven en casas victorianas rodeadas de miles de inmuebles en malas condiciones donde vive el resto. Por otra parte, las parejas mixtas son una falsa realidad y los inmigrantes son recibidos con un profundo rechazo ante el miedo de los sudafricanos de perder su trabajo. Sudáfrica aún no está totalmente protegida del racismo. Mandela advirtió que “pasarán muchos años para superar los efectos de estas leyes racistas”. Aún les queda para completar el propósito del líder que se entregó para erradicar la desigualdad en su pueblo. "La libertad viene con responsabilidades y no me atrevo a quedarme rezagado porque mi largo camino aún no ha acabado", apuntó. En numerosas zonas se podría considerar como un país tercermundista. La falta de agua potable y condiciones ínfimas de higiene en determinados lugares facilitan la propagación de enfermedades. A pesar de ser económicamente uno de los mejores países de África, el dinero no es suficiente para pagar las vacunas y medicamentos necesarios. Una situación que afecta en gran medida a la población negra. Desde que Mandela llegase al poder, en 1994, la esperanza de vida ha disminuido de 61 años a 52 en 2010. Además, las cifras revelan que Sudáfrica es el país con más enfermos de sida en el mundo.