Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

Vehículos

El fraude en el seguro del automóvil es del 4%

Por Carlos Martínez de LeyvaTiempo de lectura3 min
Economía08-11-2013

Línea Directa Aseguradora acaba de hacer público un estudio acerca del fraude en el seguro del automóvil, que se titula " 2º Barómetro del Fraude Línea Directa (2013)". Este Barómetro tiene cinco objetivos principales: Analizar el fraude en España para concienciar a la sociedad; calcular cuánto supone el fraude a nivel nacional y cuánto paga de más cada conductor; actualizar el mapa del fraude en nuestro país realizado en 2011; aportar datos sobre el perfil del defraudador; conocer cuál es la opinión de los españoles ante este tipo de estafas.

Se han estudiado más de 30.000 casos de fraude detectados por Línea Directa en los dos últimos años, 2011 y 2012, ocurridos en todas provincias, sobre una cartera total de 1,8 millones de coches, registrando todos los casos de fraude y cruzando los datos con el total de siniestros declarados en cada una de las 50 provincias que componen España. Para la elaboración de la encuesta se ha realizado una entrevista online a 2.400 conductores españoles. La encuesta se realizó del 21 al 29 de octubre y tiene un error muestral de +/- 2%. Los resultados globales están ponderados según muestra proporcional de las pólizas de seguros por comunidad autónoma, así como sexo y edad. Según Línea Directa, 4 de cada 100 siniestros declarados en 2012 fueron intentos de fraude, el doble que hace 4 años. "A más crisis, más fraude", el coste total del fraude en el ramo de autos ha crecido casi un 30% hasta superar los 1.000 millones de euros anuales. El fraude lo pagan todos los conductores: Línea Directa calcula que cada seguro de coche tiene un sobrecoste de 38€ por culpa de los conductores que engañan a las compañías. El 10% de los conductores reconoce haber engañado al seguro alguna vez. El perfil del defraudador se mantiene estable respecto al estudio de 2011: jóvenes menores de 26 años y PYMES, dos colectivos muy afectados por la crisis. Por provincias, Jaén, Ciudad Real y Murcia es donde más fraude se registró en el último año, mientras que Ávila y Huesca arrojan índices más bajos. Hay que tener en cuenta las consecuencias del fraude. A mayor siniestralidad, más riesgo y, por tanto, primas más caras. Los defraudadores pueden enfrentarse a penas que van desde los 6 meses a los 6 años de cárcel y a multas cuyo importe varía en función del coste de lo defraudado. Bandas y redes organizadas suelen ser delictivas en otros ámbitos. En el 4% de los siniestros detectaron algún tipo de engaño. El importe medio del fraude fue de 885 euros. En el caso de daños materiales, la práctica más frecuente es incluir en el parte daños que no se produjeron durante el siniestro, lo que sucede en tres de cada cuatro fraudes. En la mayor parte de los casos (72%), es el propio asegurado el que intenta engañar a la compañía Las modalidades de estafa contra las aseguradoras son numerosas. El sector organiza todos los años un concurso donde se premian los casos más llamativos. Así, en las lesiones corporales, la práctica más común es simular un esguince cervical: collarín y gestos de dolor para intentar sacarle a la compañía 3.000 o 4.000 euros de indemnización. Es famosa la operación Aleta, en la que la Guardia Civil detuvo a una organización de 50 personas (propietarios de concesionarios, mecánicos de talleres, dueños de grúas de asistencia en carretera, agentes de seguros, peritos y gestores) de A Coruña, Pontevedra, Madrid, Toledo, Ávila y Segovia. La organización compraba en Alemania vehículos de alta gama y en Ourense los enviaban a un taller para trucar sus cuentakilómetros. Luego se ponían a la venta. Si no encontraban comprador, lo matriculaban y lo aseguraban a todo riesgo. Después, lo destrozaban con una paleadora y, con una grúa, lo trasladaban a una carretera con mucha siniestralidad, para que pareciese un accidente y reclamar así al seguro. En algunos casos, les abonaron el 100 % del valor original. Otras veces, simulaban accidentes más leves, con informes periciales falsos. Con un mismo automóvil simularon cuatro accidentes y lograron otras tantas indemnizaciones, de tres aseguradoras, por importe de 147.153 euros.