COMUNICACIONES

Telefónica se enfrenta al sabotaje y a las quejas de los consumidores

Por Elena Villegas2 min

Comunicación16-06-2002

Los cortes intencionados del día 14 en la fibra óptica de Telefónica han incitado al Gobierno a adelantar el dispositivo de seguridad previsto para el 20-J. Los consumidores, por su parte, han lamentado la desprotección a la que están sometidos.

Un sabotaje contra Telefónica provocó grandes daños a las comunicaciones entre Madrid y el Noroeste peninsular en la tarde del viernes 14 de junio; también se vieron aquejados Internet, la telefonía móvil y la red internacional. Galicia, Cantabria y Asturias son las comunidades autónomas en las que más patentes fueron los efectos de lo que ha sido calificado de “acto terrorista” por fuentes de la operadora. El corte tuvo lugar en cuatro centrales de conmutación de Telefónica en Madrid: la de Alcobendas, Almenara, Campamento y Móstoles. El ejecutor, según señalan representantes de la compañía, conocía la ubicación de las arquetas –compartidas con otras competidoras-, por lo que es probable que se trate de una persona próxima a Telefónica. Utilizó una motosierra para actuar con mayor rapidez. Por otro lado, dado que los cortes en las distintas centrales fueron registrados con tan solo unos diez minutos de diferencia, podría tratarse de varios saboteadores. El Gobierno, como medida preventiva y en consecuencia de lo acontecido, adelantó dos días, al 15 de junio, el dispositivo de seguridad que tenía previsto activar el lunes 17 de cara a la huelga general. En principio, este plan únicamente afectará a las principales operadoras. La anticipación de la puesta en marcha del dispositivo fue decidida en una reunión del Ejecutivo con el Comité Sectorial de Telecomunicaciones para Situaciones de Emergencia, constituido por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y por representantes de la Administración y de las compañías telefónicas. Por su parte, la primera operadora española, que reestableció el servicio en torno a las 22.30 del viernes, también ha tomado sus propias medidas de seguridad. Las asociaciones de consumidores ya se han manifestado al respecto; mientras la Confederación de Consumidores y Usuarios (CEACU) expresó su malestar por la desprotección de ciudadano, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lamenta el sabotaje a un servicio público.