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SIRIA

Siria divide a la comunidad internacional en dos bandos

Por Natalia Méndez AparicioTiempo de lectura6 min
Internacional15-09-2013

Estados Unidos y Rusia han estado dialogando esta semana sobre la situación en Siria. En un principio, Obama pretendía atacar el régimen de al-Asad por cometer crímenes contra la humanidad. Sin embargo, la falta de pruebas que incriminaran al gobierno y la oposición al enfrentamiento por parte de otros países y organizaciones han ido retrasando el inicio de una guerra. Por el momento, el presidente de EEUU ha declarado que no llevará a cabo una acción armada, si el país árabe entrega las armas químicas. La crisis siria ha dividido a la comunidad internacional que se ha visto obligada a posicionarse a favor o en contra de la intervención militar.

EEUU ha mantenido en vilo durante semanas a todo el mundo. En los últimos días ha cambiado drásticamente de opinión, aunque sea temporalmente, ya que la condición es que Siria informe de todo su armamento químico, lo destruya y no fabrique más. Los jefes de la diplomacia de EEUU y Rusia, John Kerry y Sergei Lavrov respectivamente, se han reunido en Ginebra durante tres días para tratar de resolver la crisis de las armas químicas. A diferencia de Washington, que señala al gobierno sirio como culpable del uso de armas de destrucción masiva, Moscú acusa a los rebeldes. Sin terminar de aclarar qué bando de la guerra civil siria fue el causante del ataque del 21 de agosto en la periferia de Damasco, la solución pactada es no dar comienzo a un conflicto internacional hasta que Siria haga lo que se le ha pedido con el armamento químico. Por otro lado, ambos países efectuarán un proyecto de destrucción del arsenal químico hasta mediados de 2014. Según Obama: "si falla la diplomacia, Estados Unidos está preparado para actuar". Irán se ha pronunciado tras el acuerdo diplomático en Suiza. El viceministro de Relaciones Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, declaró que "toda excusa para Estados Unidos y algunos países para llevar a cabo una acción militar contra Siria ha desaparecido". El político iraní percibe que se trata de un éxito del frente de resistencia (contra Israel). Este frente lo constituyen el Hezbolá libanés, el Hamas palestino, Irán y Siria. A pesar de las críticas contra Occidente, Irán se muestra aliviada tras comprobar que habrá una alternativa diplomática en lugar de un ataque a Siria. El presidente iraní, Hasan Rohaní, se reunió esta semana con el presidente ruso Vladimir Putin en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) para tratar hablar del programa atómico del país persa. Como Rusia, Rohaní da a entender que quienes tienen acceso a las armas químicas son los rebeldes y no al-Asad. La solución, pactada por Rusia y EEUU, permite a Irán a no implicarse en un conflicto bélico del que parece no querer formar parte; Rohaní ha explicado que "si algo le ocurriera al pueblo sirio, la República Islámica de Irán cumplirá con sus obligaciones religiosas y humanitarias y le enviará alimentos y medicinas", pero no ha mencionado nada de apoyo militar y es que Irán se está recuperando de problemas económicos y políticos que afectan a sus relaciones internacionales. En las últimas semanas, ha habido especulaciones sobre que Rusia e Irán planeaban sustituir al presidente sirio, aunque ha sido desmentido por portavoces iraníes. Por otro lado, el general Soleimani declaró la semana pasada que apoyaría "hasta el fin" al régimen de al-Asad. Durante la OCS uno de los temas más tratados ha sido el del conflicto internacional con Siria. El país anfitrión apoya la resolución diplomática que tendrá el problema de las armas químicas en el país árabe. El presidente chino, Xi Jinping, llamó a ambos bandos en Siria a declarar una tregua, mostrándose de acuerdo con la solución propuesta por Rusia y EEUU. Los países se posicionan a favor o en contra de la intervención militar Desde el comienzo en 2011 de la guerra en Siria, el país vecino, Turquía, ha acogido a casi medio millón de refugiados. A pesar de ello, la cercanía entre los dos territorios ha provocado diversas acusaciones de apoyo al régimen sirio con el tema de las armas químicas. El ministro de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, desmintió el viernes el uso de este tipo de armamento para ayudar a terroristas sirios. No obstante, varios fiscales turcos han denunciado que grupos rebeldes sirios intentaron comprar materiales en Turquía para fabricar armas químicas, en concreto, para la elaborar gas sarín que es altamente tóxico. La mayoría de los países de la Unión Europea ha sido partidaria de intervenir en Siria, pero de manera política y respetando la decisión de la ONU. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Asthon, señaló en nombre de todos los países miembros que "la comunidad internacional no puede mantenerse al margen. Una respuesta clara y contundente es crucial para dejar claro que estos crímenes son inaceptables y que no puede haber impunidad”. Rusia se reunirá el martes para volver a hablar de la crisis siria, en esta ocasión con Francia. Ambos países discrepan con el tema de Siria, pero ven factible encontrar puntos en común durante su encuentro. El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, define el acuerdo entre EEUU y Rusia como un "primer paso" y opina que "quedan muchos detalles por resolver". Otro país de la Unión que también se mostró en un principio en contra de la opinión rusa fue Gran Bretaña. Rusia aclaraba que aún no existían evidencias que señalasen al gobierno sirio, pero el presidente británico David Cameron respondió que había "pocas dudas" de la culpabilidad de al-Asad. El Reino Unido se unió junto a EEUU y Francia. Sin embargo, Gran Bretaña cambió de opinión a los pocos días, viendo más coherente esperar a los resultados de los inspectores de la ONU enviados a Siria. Por otro lado, Londres llevó a votación la decisión de intervenir o no en el país árabe. La respuesta del Parlamento fue contraria a las intenciones del partido de Cameron, por lo que Gran Bretaña tomó distancia con Obama en el tema sirio. Otra de las grandes potencias europeas, Alemania, también se mostró conforme con la intervención militar que planeaba EEUU en Siria. Nueve países del G-20, entre ellos Alemania, apuntaron en la cumbre de San Petersburgo celebrada en agosto a al-Asad como causante del ataque químico en la periferia de Damasco. Cuando EEUU comenzó a echarse atrás con la intervención militar, el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, ofreció la ayuda de Berlín para la destrucción de armas químicas en Siria. Tras las conversaciones entre Rusia y EEUU, Alemania está de acuerdo, pero Angela Merkel advierte que "a las palabras deben seguir actos". Otros países que han apoyado a EEUU en su primera idea de atacar Siria han sido Italia, Canadá, Australia, Arabia Saudí, Corea del Sur, Japón y España. El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, explicó antes del pacto entre Rusia y EEUU que no se había pedido el uso de las bases españolas, ni la intervención de ésta directamente en la disputa. Desde el principio, la ONU se ha mostrado reacia a un posible conflicto internacional, enviando a inspectores para averiguar si realmente se lanzaron armas químicas a la población de la periferia de Damasco el 21 de agosto. Estos llegarán a Siria en noviembre. Por el momento, la ONU ha revivido este sábado los documentos de Siria para unirse a la Convención sobre armas químicas. La ONU también tendrá bajo su poder la lista completa de todo el arsenal químico del que dispone el país árabe y que será retirado a mediados de 2014. Tras todos los acontecimientos que se han sucedido en las últimas semanas, Siria se ha mostrado aliviada por evitar una guerra con EEUU y la decisión tomada entre Moscú y Washington ha sido definida como una "victoria". Por otro lado, atacar Siria afectaría a los países vecinos e incrementaría los problemas territoriales y religiosos de Oriente Medio.