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DIPLOMACIA

Rusia confirma su acercamiento a Occidente

Por Txema GarcíaTiempo de lectura3 min
Internacional02-06-2002

Los acuerdos firmados por Rusia, la Unión Europea y la OTAN durante la semana pasada forman parte de la estrategia del presidente ruso, Vladímir Putin, de acercamiento definitivo a Occidente.

El Kremlin ha pasado de tradicional antagonista del Este a socio y aliado de Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN. El pasado 24 de mayo los presidentes de Rusia y EE.UU., Vladímir Putin y George W. Bush, firmaron en la capital rusa, Moscú, el acuerdo de desarme por el cual reducen sus respectivos arsenales nucleares en dos tercios en un plazo de 10 años y convirtieron a Rusia en socio preferente de Washington. Desde que George Bush padre y Mijail Gorbachov firmaran en julio de 1991 el Tratado START I, que fijó en 6.000 la cantidad máxima de cabezas nucleares y en 1.600 el de los soportes de lanzamiento, no se había alcanzado un acuerdo tan ambicioso como el de la semana pasada ya que el START II que fijaba un máximo de 3.000-3.500 ojivas, firmado en Moscú en enero de 1993 por Bush padre y Boris Yeltsin, nunca llegó a ser ratificado por el Senado estadounidense. En la década de los 80, EE.UU. y la URSS tardaron nueve años en concretar el START I que finalmente rebajó de 10.000 a 6.000 el tope de cabezas nucleares. El acuerdo firmado la semana pasada en Roma con la OTAN significó la creación de un nuevo órgano de cooperación en el que Rusia tendrá voz y voto, aunque sin derecho de veto, en la lucha conjunta contra el terrorismo, la no proliferación de armamento y la solución a crisis internacionales. La firma del Acta Fundacional Rusia-OTAN y el Consejo Permanente de Cooperación, creado a raíz de éste fueron el punto de partida para los acuerdos que se rubricaron en la Cumbre de Roma ya que pusieron la base para el diálogo político y marcaron las pautas básicas en la cooperación militar. El espaldarazo definitivo para esta nueva fase en la relaciones entre la Alianza Atlántica y el Kremlin se dio el pasado 14 de mayo en Reykiavik (Islandia) en el Consejo Permanente de Cooperación entre los ministros de Asuntos Exteriores, donde se aprobó el nuevo esquema de cooperación del Consejo Rusia-OTAN. El anuncio hecho el pasado miércoles por el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, sobre la voluntad de la UE de reconocer a Rusia el estatus de economía de mercado, obstáculo que impide a Moscú acceder a la Organización Mundial de Comercio (OMC), cierra el círculo del momento en el que existen mejores relaciones entre Occidente y Rusia desde la desaparición de la Unión Soviética en 1991. Si el acercamiento del mayor país europeo se consuma, Rusia será una potencia regional con el 80 por ciento de su comercio dirigido a la Unión Europea. Una nación que dejaría atrás el temor que tradicionalmente ha despertado para pasar a ser respetada en vista a una futura entrada en la UE, una posibilidad que un 52 por ciento de los rusos respalda según la Fundación de Opinión Pública de Moscú. Las principales discrepancias entre Rusia y Estados Unidos desde la caída de la Unión Soviética se han producido a causa de la intención de Washington de crear un escudo antimisiles ante la amenaza de los considerados “estados gamberros”. Una intención que se reforzó tras los atentados del 11 de septiembre. Sin embargo, fue esta fecha la que unió a Rusia y EE.UU. en su lucha contra el terrorismo internacional.