PORTUGAL
La gestación de la crisis de Portugal
Por Adriana Robledo2 min
Internacional04-05-2013
Rescates que aumentan la deuda de los países, pánico por no poder pagar la hipoteca, una moneda que pierde apoyo por momentos y ciudadanos que piden que sus gobernantes desaparezcan del poder. Esa es la cara de una nueva Europa que cuenta cada vez con más austeridad y menos adeptos. Portugal es uno de los países de la UE que tuvo que pedir el rescate en abril de 2011 para conseguir salir adelante. Ahora, se ve obligado a pagar las deudas a Europa y a aplicar nuevas medidas para reducir el gasto.
Portugal se negó a pedir un rescate e incluso meses antes de hacerlo, el ministro de Finanzas, Fernando Teixeria Dos Santos, negaba que hubiese contacto formal o informal con la Unión Europea para pedir el rescate puesto que el país luso quería seguir financiándose en el mercado. En ese momento, las reformas ejecutadas en el país ayudaban a retrasar un rescate. El aumento del IVA de un 21 por ciento hasta un 23 por ciento, la rebaja del sueldo a los funcionarios del 3’5 por ciento al 10 por ciento y la congelación de las pensiones conseguían evitar la ayuda. Sin embargo, el 24 de marzo de 2011, el Eurogrupo calculó la cantidad necesaria para elaborar un rescate a Portugal. Con una cifra de 75.000 millones de euros y durante la cumbre celebrada en Bruselas, los máximos representantes de la UE debatieron la situación del país y las alternativas. El primer ministro luso del momento, José Sócrates, declaraba que no querían un rescate. Pero, un mes más tarde, Portugal volvió a pedírselo a Bruselas. Los agujeros que el país tenía que tapar para seguir adelante no se podían sanear solos, necesitaban de la ayuda de Europa. El crédito pedido ascendía hasta los 78.000 millones de euros y venía acompañado por un importante paquete de recortes. Durante este mismo año se celebraron elecciones en Portugal, el cinco de junio. El país dio un vuelco y abandonó el poder la izquierda por el partido de centro derecha, Partido Social Demócrata liderado por Aníbal Cavaco Silva. A pesar de esto, los recortes no descansaron y con el nuevo gobierno se ha eliminado el trayecto de AVE que iba a conectar España con Portugal además de poner en marcha un impuesto especial que agravará el 50 por ciento de la paga extra de Navidad a todos los trabajadores. Ya en el año 2013 el primer ministro, Pedro Passos Coelho, ha ampliado las medidas que afectan a la Administración y que han provocado el despido de 30.000 funcionarios. Asimismo, se añaden a las medidas el retraso de la edad de jubilación hasta los 66 años y una nueva carga fiscal para pensionistas. El gobierno luso pretende, de esta forma, ahorrar 4.500 millones de euros hasta el 2015.