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CASO PALLEROLS

Los acusados, por ahora, no entran en prisión

Por Aída Menéndez CuestaTiempo de lectura2 min
España29-04-2013

La Audiencia ha desestimado la entrada a prisión de los tres acusados del ‘caso Pallerols’. A pesar de ello, será el Gobierno de Rajoy quien tenga la última palabra sobre el destino de Vicenç Gavaldà (aceptó siete meses), ex secretario de organización del partido democristiano, así como de su hermano Lluís Gavaldà (condenado a año y medio) y el del empresario Fidel Pallerols, quienes aceptaron penas inferiores a dos años de cárcel tras haber sido imputados por un caso de corrupción llevado a cabo en los años 90.

El ‘caso Pallerols’ se remonta veinte años atrás, cuando los tres acusados formaban parte de la clase política del país. Su imputación viene dada por financiarse, de forma irregular, con las subvenciones provenientes de la Unión Europea cuyo fin era la formación de parados. Sin embargo, y según la fiscalía, dicha financiación, 400.000 euros, fueron destinados a la financiación ilegal del partido de Josep Antoni Duran Lleida. La acusación y entrada en prisión de los acusados servirá, según la Sección Segunda de la Audiencia de Barcelona, como ejemplo para que los políticos corruptos se lo piensen dos veces antes de actuar. Se trata de un modelo de “prevención general” de la corrupción, que ha tumbado, hasta en dos ocasiones las esperanzas de evitar la cárcel de Pallerols y los hermanos. Los condenados han utilizado la última vía para no entrar en prisión: han pedido el indulto al Ministerio de Justicia, recordando que los hechos pasaron hace mucho tiempo y que están “socializados”, por lo que no volverán a cometer ningún delito. Además, aseguran que los hermanos abandonaron la política hace muchos años: Vincenç Gavaldà ahora se dedica a la medicina en una unidad de vigilancia de epidemias, y como así ha asegurado su abogado, Manuel González Peeters, se “descarta toda peligrosidad social”. Asimismo, los abogados defienden el hecho de que sus clientes cumplen todos los requisitos legales para quedar en libertad, ya que han pagado su responsabilidad civil, asegurando que “la reparación del daño es total y absoluta”. Por su parte, el abogado penalista de Lluís Gavaldà, Cristóbal Martell, advierte de los “peligros y excesos que el Estado puede cometer en nombre de la prevención”, y más aun cuando es en función de “parámetros generales como la crisis económica y los dramáticos índices de desempleo”. Finalmente, Martell, se afirma en su declaración, ya que considera que “es de justicia” conceder la libertad a Gavaldà, pues padece una cardiopatía grave que le impide sufrir situaciones de tensión y de estrés, aunque sea incluso por piedad.