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RELIGIÓN

La Asamblea Episcopal se reúne para reanimar "la fe y la misericordia"

Fotografía Capilla de la sede de la Conferencia Episcopal Española (©foto: Conferencia Episcopal)

Capilla de la sede de la Conferencia Episcopal Española (©foto: Conferencia Episcopal)

Por Aída Menéndez CuestaTiempo de lectura2 min
Sociedad15-04-2013

Tras el pontificado del Papa Benedicto y la llegada del nuevo Papa Francisco, la Asamblea Episcopal se reúne con el fin de reanimar entre los fieles la fe y la misericordia. Insisten en la persistencia de la crisis económica, así como en la “falta de medios para hacer frente a los compromisos contraídos en la adquisición de viviendas o a la debida atención a los ancianos y a los emigrantes”.

En la tercera semana del tiempo de Pascua se ha llevado a cabo la Asamblea Plenaria número centésimo primera de la Conferencia Episcopal Española. Allí se han reunido sacerdotes, cardenales, arzobispos y obispos, sin olvidar a aquellas personas que han estado conectadas a través de la retransmisión llevada a cabo por los medios de comunicación y que han podido atender a los asuntos que preocupan a la Iglesia Católica. En la Asamblea se ha hablado del cambio de pontificado tras la renuncia de Benedicto XVI. Se entiende que, a pesar de resultar llamativa, es un “hecho perfectamente posible” y que además está presente en el ordenamiento jurídico canónico: "Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie". Las razones del papa Benedicto relativas a las carencias en fortaleza física y de espíritu, han sido entendidas por la Iglesia, ya que se ha hecho uso de la posibilidad teológica y canónica antes citada y ha sido reafirmada: “No sólo se comprende, sino que se admira como un gesto de excepcional virtud personal”. Una actitud que ha sido propia de rectitud de conciencia, sin atender a los miedos lógicos en esta situación y que además desprende humildad y generosidad por el antiguo papa. Además, advierten de que “España envejece y se debilita” ya que se está evitando proteger la maternidad y el fomento de la natalidad. Un denominado “sangrante problema” que debería estar en la primera línea de mira para su resolución, pues las cifras relativas al aborto ascienden, hasta alcanzar números “escalofriantes”. Finalmente, han hecho referencia a la protección del matrimonio, entendido como un derecho para todos los españoles, cuyo fin es que sean reconocidos como esposos y esposas, y a la par, para que los niños tengan “una clara relación de filiación con un padre y una madre”, ya que consideran una cuestión de estructuración básica de la vida social.