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GIRO DE ITALIA

El ciclismo, de nuevo en el ojo del huracán

Por Javier HerreroTiempo de lectura2 min
Deportes26-05-2002

El pasado 19 de mayo estalló otro escándalo en el mundo del ciclismo cuando el, hasta entonces, actual líder del Giro de Italia, Stefano Garzelli, daba positivo en un control antidopaje.

Cualquier duda quedó disipada con el contraanálisis realizado dos días más tarde, que confirmaba el positivo y desposeía a Garzelli de sus dos etapas ganadas. El ganador del Giro del 2000 dio positivo al consumir un diurético, probenecid, prohibido por la Unión Ciclista Internacional (UCI) desde agosto de 1988. Este diurético sirve para enmascarar el consumo de anabolizantes y, según los especialistas, queda eliminado del cuerpo doce horas después de su consumo. El equipo del corredor italiano, Mapei, piensa que el suceso no es más que un complot, y aunque todos los corredores de este equipo se sometieron a un control voluntario, éste no tuvo relevancia alguna a la hora de descalificar al campeón del Giro del 2000. Pero no sólo tiene problemas el Mapei, ya que el mismo Giro se encuentra en grandes apuros e incluso teme una nueva visita de la Guardia de Finanzas, encargada de la investigación del caso Panaria, que por el momento había pasado desapercibido, pero que cobrará fuerza tras el nuevo caso de dopaje, pues algunos ciclistas del equipo italiano han sido acusados de tráfico de productos dopantes. Ahí no acaban los problemas de la ronda italiana ya que el ganador de la última edición del Giro, Gilberto Simoni, dio positivo por cocaína en un control que se le realizó por sorpresa el pasado 24 de abril, en vísperas del Giro del Trentino. Todos los indicios parecen llevar a que esa sustancia no ayudaría a mejorar el rendimiento físico del deportista; el propio Simoni insiste que el producto encontrado se debe a una anestesia que le aplicó su dentista, pues contiene sustancias similares al principio activo de la cocaína. Tanto los organizadores del Giro como la propia UCI permitieron que el ciclista siguiera en carrera; sin embargo, su propio equipo, tras actuar en principio con cautela, ha decidido apartarlo para poder participar en el Tour de Francia -su director, Jean-Marie Leblanc, afirmó que se revisarían las invitaciones-, al ser la ronda francesa el gran escaparate publicitario para los equipos profesionales.