ARQUEOLOGÍA

Reencuentro con los mayas por error

Por Mónica de Torres1 min

Cultura17-01-2013

En la provincia del Yukatán, a tan solo 20 kilómetros del considerado epicentro de la cultura maya, el Chichén Itzá, los arqueólogos asisten atónitos a este maravilloso descubrimiento. Una decena de esqueletos mayas y treinta piezas de cerámica, de las cuales dos poseen jeroglíficos, fueron enterradas entre el 600 y el 800 d.C.

De las diez tumbas que se han hallado, siete de ellas se encuentran en un basamento de 1,80 metros de largo por 60 centímetros de ancho. La piezas de ceramica son artilugios de distinto tipo entre ollas, pendientes, platos o vasos. Esto según el Instituto Nacional de Antropología e Historia permite determinar la existencia de comercio entre distintas regiones. Según este organismo, el estudio epigráfico de las piezas, aportará además información sobre el pasado de esta región y su relación con otros territorios cercanos. Por otro lado, el INAH informó que para tratar de evitar cualquier posible daño del patrimonio arqueológico se realizaron estudios en un radio de 18 kilómetros. Estos nuevos descubrimientos permiten confirmar que existía una densidad de población bastante importante dispersa en asentamientos en torno a los cenotes. "Este descubrimiento resalta porque han sido pocos los contextos residenciales encontrados completos en esta parte del norte de la Península de Yucatán y que han podido ser excavados por especialistas" destacó el arqueólogo José Osorio León. El arqueólogo indicó además que durante la construcción de la carretera original hace 60 años, algunos restos ya habían sido afectados por las obras.