HOLANDA

Asesinado a tiros el líder de la extrema derecha holandesa

Por Txema García2 min

Internacional10-05-2002

El ministro de Justicia holandés, Benk Khortals, confirmó que, apenas minutos después del asesinato, Volkert van der Graaf, de raza blanca y ecologista radical de 32 años, fue detenido como presunto autor del asesinato de Fortuyn.

El asesinato del líder populista es el primero que se produce contra un político en la historia de la democracia holandesa y estuvo a punto de lograr que se cancelasen las elecciones legislativas del próximo 15 de mayo. El primer ministro dimisionario, Wim Kok, anunció que los comicios finalmente se celebrarán tras mantener un encuentro con representantes del partido del político asesinado, la Lista Pim Fortuyn. El portavoz del partido, Mat Herben, explicó: "Pim amaba la democracia electoral, así que queremos que las elecciones se celebren como estaba previsto". El crimen causó un gran impacto en Holanda. Wim Kok declaró: "No sabemos los motivos, pero es increíble que esto haya pasado en Holanda. Tenemos diferencias que hay que defender con palabras, no con balas". Kok añadió que su muerte era "un terrible golpe" para "el Estado de Derecho democrático holandés". El laborista Ad Melkert, principal oponente político de Fortuyn, calificó el asesinato como "repugnante" y añadió que se trataba de "una página negra en la historia de Holanda". Miles de personas acudieron tras el asesinato de Fortuyn al Ayuntamiento de Rotterdam y a la casa del político para depositar flores, muñecos, velas y pancartas en homenaje al primer político del país asesinado en la historia contemporánea de este Estado. Pim Fortuyn, de 53 años, logró el 34 por ciento de los escaños a la Alcaldía de Rotterdam, segunda ciudad del país. Declarado homosexual y misógino, sus manifestaciones en contra del Islam -cultura a la que catalogó como "atrasada"- le valieron la expulsión de su partido, Leefbaar Nederland (Países Bajos habitables), y le hicieron crear el partido de extrema derecha Lista Pim Fortuyn con el que saltó a la fama. El político populista centró su estrategia electoral en la inmigración. Con su lema "el país esta lleno" era partidario de reintroducir el control en las fronteras, un sistema de cuotas para los refugiados y el desplazamiento obligatorio de inmigrantes para "facilitar su integración". Las encuestas pronosticaban para el partido de Fortuyn el 15 por ciento de los sufragios, lo que hubiese colocado como tercera fuerza del país tras los democristianos de CDA y los socialdemócratas del PVD, formación a la que pertenece el primer ministro Wim Kok.