Energía
La luz volverá a subir en enero un mínimo del 3%
Por Irene Hernández1 min
Economía21-12-2012
Además, a partir de 2013 algunos usuarios que sobrepasen en las de un 10 por ciento el consumo medio verán encarecida su factura entre el 1 por ciento y el 8 por ciento. La última subasta se cerró con subidas del 6 por ciento. El recibo de la luz depende en un 50 por ciento de esta subasta, el otro 50 por ciento es fijado por el Gobierno. Se trata de la cuarta subida consecutiva en menos de un año.
El Gobierno, tal y como anunció su ministro de Industria, José Manuel Soria, ha decidido congelar en el mes de enero su parte del recibo. Sin embargo, se propuso que no intervendrían en la subida de la parte de la factura que corresponde a las eléctricas. La explicación oficial de este aumento se debe a la subasta entre estas compañías. La tarifa de la factura de la luz depende de la decisión de esta subasta y del Gobierno, en un 50 por ciento cada uno. La gran mayoría de los hogares y pequeños negocios se encuentran acogidos a la denominada Tarifa de Último Recurso (TUR), que es fijada por las eléctricas. La otra parte de la factura, la fijada por el Ejecutivo, corresponde a los peajes, o costes regulados, entre los que figuran las retribuciones al transporte, la distribución, las primas al régimen especial y otras partidas. Además, a partir del próximo año los usuarios con potencias contratadas entre 3 y 10 kilovatios, es decir, la mayoría de los hogares españoles, y que sobrepasen en más de un 10 por ciento el consumo medio deberán hacer frente a recargos que podrían encarecer su recibo entre el 1 por ciento y el 8 por ciento. Esta nueva subida supone el cuarto incremento consecutivo en menos de un año de este servicio, cuyas tarifas se revisan cada trimestre, incluyendo el efecto del aumento del IVA en septiembre. Las subidas de la luz se han encadenado una tras otra. El argumento recurrente que utilizan las eléctricas para explicar estos continuos aumentos es el llamado déficit de tarifa. Es decir, que las compañías gastan más en producir la luz que lo que cobran por ella. Los sucesivos gobiernos han admitido siempre ese déficit, que actualmente está cifrado en 24.000 millones de euros.