COMERCIO ELECTRÓNICO

Aparecen las tarjetas seguras de pago por Internet

Por Elena Villegas2 min

Comunicación02-05-2002

Las compañías Visa y American Express han puesto en marcha en España el sistema con el que ya operaban en Estados Unidos para comprobar que quien compra en la Red es el titular de la tarjeta. Mastercard estudia lanzarlo próximamente.

La fórmula de Visa, denominada Verified by Visa, consiste en asociar la tarjeta de crédito a una contraseña. El procedimiento consiste en la comprobación, por parte del titular, de si su banco participa en el proyecto acudiendo a la página de Visa en Internet; después, deberá registrar su tarjeta e inventar una contraseña destinada a efectuar las compras a través de la Red. Para que el proceso pueda llevarse a cabo, los establecimientos virtuales deberán contar con un software específico que les permita verificar el número secreto antes de proceder a la venta. Tickets.com y Priceline.com son algunas de las empresas que ya forman parte del proyecto de Visa y La Caixa es la primera entidad financiera española que ha adoptado el sistema. Dado que, en más del 90 por ciento de las transacciones electrónicas, se emplea la tarjeta de crédito, La Caixa ha implantado su propio mecanismo de seguridad, que unirá al de Visa. La entidad bancaria permite al cliente que recurra a su teléfono móvil para comprar en Internet a través de su servicio Compra Segura; el usuario debe vincular su número de teléfono a una tarjeta Visa y se le designará una contraseña. El trámite consiste, en este caso, en que el comprador tecleará ese número personal en su móvil para autorizar la transacción después de recibir la solicitud por vía telefónica. La tarjeta azul de American Express, por su parte, devuelve el dinero en el caso de que se produzca una compra no autorizada en Internet. Además, las tres redes españolas de Mastercard –4B, EURO6000 y Sermepa- lanzarán próximamente su servicio, basado en el protocolo SPA, con el que ya ha experimentado la compañía en Estados Unidos. Es fundamental luchar contra el fraude en la Red, ya que, sólo en Estados Unidos, 16.775 fueron denunciados en el 2001, con unas pérdidas que giran en torno a los 15 millones de euros. En España, conferir seguridad al usuario potenciaría el auge del comercio electrónico.