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REUNIÓN

La UE y EE.UU. liman asperezas en una amistosa Cumbre

Por Pablo FernándezTiempo de lectura1 min
Internacional02-05-2002

La Cumbre entre Estados Unidos y la Unión Europea que se celebró el pasado jueves en Washington no ha servido, al menos así lo han manifestado sus protagonistas, para firmar acuerdos ni para zanjar las disputas comerciales entre las dos potencias. Tan sólo ha mostrado la cara más amable de sus líderes y el compromiso mutuo de diálogo.

El presidente de turno de la Unión Europea, José María Aznar, el máximo mandatario de la Comisión Europea, Romano Prodi, y el presidente estadounidense, George W. Bush, llevaban varios asuntos importantes en su agenda para la Cumbre de la semana pasada. Las controversias comerciales, en especial el litigio que mantienen ambos poderes con el negocio del acero, se presentaban como los asuntos más urgentes a tratar en esa reunión. Sin embargo, los responsables de las dos grandes potencias del mundo prefirieron dejar aparcados por el momento esos temas y dedicaron el encuentro a reconstruir su maltrecha imagen por la nula capacidad de ambos para detener los despropósitos de las últimas semanas en Oriente Próximo. La presión europea y estadounidense consiguió que Israel liberara a Arafat y aflojara la presión que el Ejército mantiene sobre poblaciones palestinas. Tanto Aznar como Bush no perdieron la ocasión de mostrar el resultado eficaz de su unión. “Se ha demostrado que cuando Europa y EE.UU. trabajan juntos, su eficacia se multiplica. Nuestra cooperación puede llevar a un mundo más seguro y mejor”, aseguró Bush. Las dos delegaciones también evitaron cualquier enfrentamiento sobre el espinoso asunto de los problemas comerciales. Los dos líderes se limitaron a marcar una agenda de reuniones y a subrayar que las conversaciones deben “llevar el mismo espíritu de cooperación al terreno económico”. No parece que la discusión sobre los aranceles impuestos por Estados Unidos a la importación de acero europeo se plantee tan optimista. Las negociaciones serán duras pero no interesa levantar polvareda política con una disputa comercial: “Lo importante es que existe la voluntad política de elaborar un calendario para superarlo” apuntó Aznar.