SEGURIDAD CIUDADANA
El Gobierno relaciona, de nuevo, el aumento de delincuencia con la inmigración
Por Noelia Hernández Martín
1 min
España03-05-2002
La inmigración ilegal, el aumento de la delincuencia y el auge del partido ultraderechista en las elecciones francesas han abierto un debate político entre las dos principales formaciones políticas, el Partido Popular y el Partido Socialista.
La delincuencia ha seguido en 2002 la senda de crecimiento con la que acabó el año pasado. En los tres primeros meses de este año, la criminalidad aumentó una media de un seis por ciento con respecto al mismo periodo de 2001. El vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano Rajoy, contrapuso, frente al aumento de la delincuencia, "la eficacia de los cuerpos de seguridad del Estado". Asimismo, el presidente del Gobierno, José María Aznar, y Mariano Rajoy han relacionado este resultado con las cifras de inmigrantes encarcelados. Ambos apoyaron la tesis de que los inmigrantes, con el 74 por ciento de los encarcelamientos, protagonizan la inseguridad ciudadana. Ante estas declaraciones, la oposición no tardó en arrojar una tormenta de críticas. El PSOE ha denunciado que el Gobierno no pone las medidas suficientes para combatir la delincuencia y que supone un gran peligro ofrecer como única respuesta gubernamental que la mayoría de los detenidos son inmigrantes. El secretario general del PSOE-A y presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, aseguró que aunque siempre ha considerado positivo para la democracia española que el PP haya sido "capaz de aglutinar a la extrema derecha", considera que "actitudes y mensajes lepenistas" (en referencia al líder ultraderechista francés Jean Marie Le Pen) como la vinculación entre delincuencia e inmigración, "deben tener un límite". "Aznar entra en una pendiente peligrosa, al ligar delincuencia e inmigración que sólo trae como resultado xenofobia y actos racistas". Chaves recordó al Gobierno que debe asumir sus responsabilidades: la seguridad ciudadana y el control de la inmigración. Y para controlar el flujo de inmigrantes y evitar la inmigración irregular, el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes un Acuerdo entre España y Rumania relativo a la regulación y ordenación de los movimientos migratorios laborales. El Convenio tiene como objetivos prevenir las migraciones clandestinas y la explotación laboral de los extranjeros.