Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

MECENAS DE LAS ARTES

Último adiós al Barón Thyssen

Por Roberto González GarcíaTiempo de lectura1 min
Cultura04-05-2002

El Barón Thyssen era el propietario de una de las colecciones de arte más importantes del mundo. La colección, iniciada por su abuelo y continuada por su padre se vió diversificada por el último barón Thyssen al adquirir obras de movimientos evitados por sus predecesortes, como el pop-art.

Esta colección está ubicada en Madrid, en el Museo que lleva su nombre y que actualmente está iniciando un proceso de ampliación para ampliar sus fondos. Está cedida al Estado español para su exposición. La familia Thyssen estuvo envuelta en procesos judiciales entre el Barón y los hijos de sus anteriores matrimonios, pero Carmen Cervera, viuda del Barón, aseguró que éste "ha muerto en paz y dejando las cosas en orden entre la familia". En el funeral, se congregaron la viuda, los cinco hijos del barón, sus tres ex mujeres, miembros de la familia política (encabezados por el Archiduque Otto de Habsburgo) y numerosos amigos. La capilla ardiente se había instalado en el salón principal del castillo. La familia y los invitados, entre ellos el subsecretario del Ministerio de Cultura, Mariano Zabía, subieron a la capilla del castillo para asistir a la celebración de la misa, oficiada en alemán, francés, inglés y latín por el jesuita Edouard Gueydan, amigo del barón desde tiempos de la universidad. "Encontré a un hombre que era un señor y un caballero. Un ser sincero, que no decía una cosa por otra, y esto, la verdad, no es fácil de encontrar. Me dio la gran lección de ser una persona normal sin aditivos de tontería o falsedad y, si esto fuera poco, le añadió lecciones de fuerza y valentía". Así hablaba Carmen Cervera al hablar de su esposo. A los actos fúnebres asistieron también los responsables del Museo Thyssen de Madrid, Carlos Fernández de Henestrosa, director de la pinacoteca, y el conservador jefe, Tomás Llorens, y el Embajador de España en Alemania.