CASO BRETÓN

Bretón, imputado por dos delitos de asesinato

Por Raquel González 2 min

Sociedad05-09-2012

José Bretón, el padre de los niños desaparecidos en Córdoba el 8 de octubre de 2011, ha sido imputado de dos asesinatos con alevosía y la agravante de parentesco por el juez de instrucción número 4 de Córdoba, José Luis Rodríguez Laínz, después de conocer que tres informes forenses coinciden en que los restos óseos hallados en la hoguera de la finca de Las Quemadillas son de humanos.

José María Sánchez de Puerta, el abogado de Bretón, ha informado a los periodistas a su salida de la Audiencia Provincial de Córdoba sobre el auto dictado este miércoles contra José Bretón, quién está en prisión desde el 21 de octubre. Sánchez de Puerta ha señalado que el magistrado ha levantado parcialmente el secreto de sumario que decretó la semana pasada, de manera que las partes implicadas podrán solicitar las pruebas que estimen oportunas. El auto dicta nuevas instrucciones como la petición de día y hora para que Bretón declare ante el juez, además de que se suspende la comparecencia testimonial de los sobrinos del padre de Ruth y José y se solicita a la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente que “emita dictamen sobre la forma en la que pudo haberse producido la combustión de la hoguera, se explique la posible causa de que no se constatara su presencia por el Infoca (servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de Andalucía) hasta las 17,15 horas y los medios empleados para ello, el tiempo previsible y el grado de temperatura”. El juez ha informado al abogado de Bretón que ya posee los informes realizados por el Instituto Nacional de Toxicología que determinan que las pruebas encontradas en la hoguera de Las Quemadillas corresponden a restos óseos de personas. Ahora, los especialistas tienen que analizar las pruebas recogidas este martes, en las proximidades de la hoguera, por los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta y comprobar si las moléculas de ADN en los restos óseos corresponden al de los menores desaparecidos, una tarea difícil ya que, como señalan varios informes periciales realizados hasta la fecha, las partículas se destruyen a una temperatura de 300 grados y la hoguera alcanzó entre los 650 y 800 grados al emplearse una plancha metálica. Laínz ha precisado que visitará a su cliente en la cárcel para preparar su nueva defensa, una labor que se ha complicado debido al giro que ha dado el caso.